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SECRETOS

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"... El juego perfecto de espejos..."

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OHM

Nanon se había quedado dormido apenas nos metimos en su nido, las suposiciones de mi madre lo habían puesto nervioso y ese lugar lo hacía sentir seguro, así que me había llevado hasta ahí para que me acostara a su lado, llene la habitación con mi aroma para mantener su sueño en paz, no quería que nada lo alterara ahora, no teníamos nada seguro, pero no podía evitar sentirme sobreprotector con él.

Sus deditos seguían aferrados a los míos incluso mientras dormía y tenía su pacifico rostro sobre mi pecho, nunca pensé en nuestros cachorros tanto como lo hizo él, pero en ese instante era imposible no pensar en todas esas cosas, mi alfa estaba curioso de cómo se pondría su omega en unos meses, con un pancita preciosa llevando a nuestro cachorro, la imagen de Nanon cuando éramos niños rondaba mis recuerdos, él era el niño más bonito que hubiera visto antes, nuestro cachorro seguramente se parecería a él, con sus mejillas sonrojadas y ojitos dulces.

Agite la cabeza negándome a seguir por ese camino, no era nada seguro y no era el mejor momento, me lleve sus dedos a los labios para dejar un beso en ellos, lo más importante era que él estuviera bien, que su necesidad de dormir no fuera porque su enfermedad había regresado y que siguiera mejorando como lo había hecho hasta ahora.

Mi madre regresó a casa media hora más tarde, había comprado tres pruebas para estar seguros, salí del nido para abrirle la puerta de la habitación justo cuando mi omega se sentaba en la cama tallando sus ojos por haberlo despertado.

— ¿Puedo pasar? — murmuró mi madre mirando a Nanon detrás de mí, había olvidado lo del permiso para entrar al nido, para mi sorpresa mi pelinegro negó de inmediato y mi madre soltó un suspiró — Bueno entonces las instrucciones están en la caja, si necesitan ayuda estaré abajo y dependiendo del resultado pensaremos en qué hacer — explicó mirándome con seriedad, suponía que en todas sus conversaciones con Criss tener nietos siendo nosotros adolescentes, no estaba en los planes.

Cerré la puerta y regresé a la cama sosteniendo la bolsa que mi madre me había entregado, mi omega me miraba expectante y busco mi mano apenas me tuvo a su lado.

— ¿Por qué no querías que mi mamá entrara? Sabes que ella te quiere mucho y no le haría nada a tu nido — susurré dejando las pruebas en medio de ambos, quizás debí poner la misma atención que él había puesto en biología porque ahora me sentía perdido con todas sus reacciones.

— No quiero otro aroma en nuestro nido, solo tú y yo — murmuró mirándome a los ojos, asentí estirándome para besar su frente — Tengo miedo.

— Lo sé, bonito — susurré mirándole a los ojos — Pero estamos juntos, pase lo que pase — añadí levantando su rostro por la barbilla pues su mirada había bajado hasta observar fijamente las pruebas.

— ¿Lo prometes? — murmuró mirándome con sus profundos ojitos oscuros.

— Lo prometo — murmuré besando sus labios tiernamente — ¿Quieres hacerte las pruebas ahora o prefieres esperar? — ambos miramos la bolsa en la cama hasta que mi omega suspiró soltando mi agarre y sacando las pruebas de ésta.

— Necesito saberlo ahora — respondió leyendo las instrucciones de una de ellas, después de unos minutos entro al baño con las tres pruebas y me pidió que esperara afuera, fueron los minutos más largos de mi vida, podía sentir su miedo crecer y mientras más dejaba salir mi aroma para llegar a él más temía estarlo empeorando por mi propio nerviosismo, hasta que finalmente salió con sus ojitos llenos de lágrimas buscando mis brazos de inmediato, lo levanté hasta que pudo rodearme con sus piernas y brazos meciéndolo suavemente.

Instinto || OhmNanonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora