¡Listo, ya estaba preparada para otro día de colegio! Aunque, si soy sincera, no me encantaba tener que dejar mi casa tan temprano... *ugh*, pero qué más podía hacer. A veces quería quedarme más tiempo en cama, pero las clases no esperan.
"¡Adiós, hermanito!" —grité mientras salía apresurada por la puerta.
"Eh... ¡Adiós!" —me respondió Tadano desde el fondo, un poco desconcertado como siempre. Era adorable, pero a veces parecía que ni él sabía qué hacer conmigo.
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**En el colegio...**
Bueno, encontré a TN. ¡Sí, lo encontré! Y eso que estaba tratando de evitarme de nuevo, como si pudiera esconderse de mí para siempre. *Ay, TN, no aprendes*. Sé que no es el más sociable del mundo, pero eso solo me hace querer estar más cerca de él. Me gusta pensar que, aunque no lo demuestre, aprecia mi compañía.
Allí estaba, medio encorvado en uno de los pasillos, probablemente pensando que si no me veía, yo no lo vería a él. ¡Qué ingenuo! Lo vi de lejos y una gran sonrisa se dibujó en mi rostro. Me acerqué rápidamente antes de que pudiera desaparecer otra vez.
"¡TN!" —lo llamé con entusiasmo, agitando la mano. Podía ver cómo su expresión cambiaba ligeramente al darse cuenta de que ya no tenía escapatoria.
"¡Te encontré!"
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Hitomi me miraba con esa sonrisa brillante que solía desarmarme. "¡TN! ¡Me da mucha alegría que uses nuestro collar de amigos!", exclamó emocionada, mientras señalaba el pequeño accesorio que colgaba de mi cuello. Yo solo asentí, aunque en mi cabeza, la confusión me golpeaba de nuevo.
**Flashback: Ayer, cuando recién llegué a casa...**
"¡Oh, TN!" —mi madre, Shuuko, me saludó con una sonrisa amplia, pero pronto se percató del collar que llevaba puesto—. "¿TN, ya tienes pareja? ¡Qué emoción!" —gritó, saltando de alegría.
Inmediatamente negué con la cabeza, tratando de detener su entusiasmo desbordante. No es lo que ella creía.
"Ah, entonces es una amiga... ¡Qué alegría que tengas una amiga!" —siguió celebrando, como si ese hecho fuera la mayor noticia de su vida.
Yo simplemente la miré por unos segundos y, sin decir nada más, me fui a mi habitación.
**De vuelta al presente...**
Ahora aquí estaba, con Hitomi a mi lado, quien no parecía darse cuenta de la pequeña tormenta de pensamientos en mi cabeza. La miro, tocando el collar, pero... no sé. No estoy acostumbrado a estas cosas.
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**Mientras tanto, en otro lugar...**
**Narrado por Baji:**
Kazutora estaba aún visiblemente molesto cuando lo llevé de vuelta ayer. "¡Baji! ¿Por qué demonios le dijiste 'adiós guapo' a mi alfa?" —me reclamó, frunciendo el ceño.
"Oi, oi, cálmate, solo era una broma, no es para tanto", respondí, sudando un poco ante su mirada furiosa. A veces Kazutora se tomaba todo demasiado en serio, especialmente cuando se trataba de su "alfa".
"Tks, y ese enano... ¿para qué me llamó?", bufó Kazutora.
"Bueno, Mikey quería que te encargaras de vigilar a alguien. Ya sabes, el típico trabajo de confianza", dije sonriendo, tratando de calmar las aguas.
"¿Vigilar? ¿No tiene a otros que hagan eso?", replicó, claramente irritado.
"Sí, pero ya sabes cómo es. Tú eres el de confianza", dije.
Kazutora murmuró algo, pero aceptó a regañadientes. En mi mente, sin embargo, tenía claro algo: *Ese "alfa" de Kazutora... me gusta. Lo siento, Kazutora, pero pienso quedármelo*.
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**Con Mikey y Draken...**
Mikey estaba prácticamente saltando de emoción cuando llegamos. "¡Oh, ya llegaron!" —dijo, mientras casi rebotaba en su lugar de la felicidad.
Draken, como siempre, miraba con cierta preocupación. "Mikey, ¿es en serio que estás 'enamorado'?" —preguntó, con un tono que dejaba claro lo poco que creía en esa declaración.
"¡Sí! ¡Ken-chin, encontré al amor de mi vida! ¡A mi alfa!" —Mikey respondió, con estrellas en los ojos. La emoción casi se le desbordaba del cuerpo.
Draken suspiró. "Pero Mikey, ¿no te parece un poco extremo acosar a alguien?"
Mikey frunció el ceño. "¡Ken-chin, no es acoso, es vigilancia! No quiero que ningún tonto omega o beta se le acerque. ¡Es mío!", declaró con un tono serio y casi posesivo.
Baji y yo llegamos en ese momento. "Mikey, ya traje al Kazu", dije, tratando de evitar lo inevitable.
Kazutora, claramente irritado, se cruzó de brazos. "Tks, ¿para qué me llamaste, enano?", bufó.
Mikey lo miró fijamente. "Deberías estar agradecido que estoy de buen humor, porque si no, ya te habría roto la cara", respondió Mikey, sin ningún rastro de duda en su tono.
Kazutora suspiró, frustrado. "Bien, pero ¿para qué me llamaste?"
Baji solo observaba la situación, sin intervenir. Era como si el ambiente estuviera cargado de tensión.
Draken, siempre el más sensato, finalmente habló. "Queremos que vigiles a alguien", explicó.
Mikey, casi saltando de nuevo, añadió: "¡A mi alfa! ¡Es perfecto! Nadie se le acercará mientras tú estés vigilando", dijo con una sonrisa que parecía más una amenaza.
Kazutora comenzó a reírse. "¿Qué? ¿Alfa? Jajajaja", se burló. "¿De ti, Mikey? ¿Alfa? Jajaja", siguió riendo, como si no pudiera tomarse en serio la situación.
Mikey lo miró fijamente, serio de nuevo. "No te rías. Lo vas a vigilar, y si algún omega o beta se le acerca... *los matas*", dijo, con un dedo apuntando directamente a Kazutora.
De repente, la sala quedó en silencio. Draken, Baji y Kazutora lo miraron sin poder creer lo que acababa de decir.
"¿Pero qué...?" —Draken murmuró, desconcertado.
Baji solo pudo exclamar, "Mikey, ¿qué carajos estás diciendo?"
bueno que les parecio el capitulo? Perdon por la caligrafia
