12 | 𝓤𝓷 𝓹𝓪𝓼𝓮𝓸 𝓽𝓸𝓭𝓸 𝓵𝓸 𝓺𝓾𝓲𝓽𝓪

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Incluso luego de salir de la oficina de Sovieshu, Akela sintió cada músculo de su cuerpo tenso y la sensación fue en aumento cuando a medida que caminaba se encontraba con diversos nobles.

Realmente fastidiosos nobles.

" Su alteza "

Había escuchado tantas veces aquellas dos palabras que ya no se molestan en ocultar su agotamiento y le regreso el saludo al noble con un asentimiento de cabeza. Agradeciendo que su posición como princesa le permita escapar de conversaciones no deseadas.

' Tan molesto '

Pero no es como si las personas pudieran simplemente pasar de largo de Akela, quién pertenece a la familia imperial y hasta el día que la emperatriz y el emperador tengan un hijo; resultaba ser la única fuente de un posible heredero. Por esto mismo los nobles que odiaban a la princesa se tragaban sus malos pensamientos sobre ella y la saludaban con una sonrisa superficial.

El asentir la cabeza con suavidad y murmurar un cortes " Buenos días " siguió a cada paso que ella daba atravez del palacio central. Soporto las miradas pesadas de los sirvientes y cuando llego a la entrada del jardín supo que algo malo estaba pasando con ella, ya que no era normal el nivel de desinterés que manejaba a medida que paseaba

¿Por qué se sentía tan vacía?

Puede que, ahora que termino con el presupuesto de la frontera, tenga tanto tiempo libre que no sabía cómo usarlo. Sovieshu acababa de echarla de su oficina, le había indicado a cada miembro de la jauría que continúen con la investigación sobre la pérdida de mana apesar de estar en el imperio Oriental y los nobles de su faccion solo le darán dolor de cabeza. Así que por el momento no tenía a nadie con quien pasar el rato.

' Ah... '

Se frotó el cuello con cansancio.

Si tan solo estuviera en Vivilia, podría entrenar con la espada o practicar peleas cuerpo a cuerpo con algún caballero aleatorio, ya que Vivilia era mucho más liberal que Oriente y ella tranquilamente podría hacer ese tipo de cosas sin ser criticada.

Regresó a la realidad cuando un ave de gran tamaño y particular color dorado paso por arriba de ella. A una distancia lo suficientemente cercana como para llamar su atención.

" ¿? "

Admiro al animal por un largo rato hasta perderlo de vista. Su cabeza empezó a zumbar y ella comprendió que sus bajos instintos le estaban advirtiendo algo.

Pero no comprendió qué.

Cuando la idea de simplemente regresar a la casa de cristal y beber vino hasta quedar dormida cruzó su cabeza, detecto una figura pequeña y brillante acercándose a la distancia.

' Señorita Rashta '

Una energía inexplicable la lleno, como si antes hubiera tenido la presión baja y ahora le metieran una buena cantidad de azúcar en la boca. Decidió no prestarle atención a ese detalle y de forma inconsciente acomodó su capa

La última vez que la vio fue en la fiesta de té que festejaron luego de su contrato de concubinato. Y si bien sabía que habían buenos recuerdos de la fiesta, la joven tendría cierto rechazo hacia ella, ya que ahora sabia que era la princesa.

Akela consideraba que con unas cuantas palabras disfrazadas de pena Rashta no tardaría en regresar a su energética confianza

Mientras pensaba cual sería la mejor forma de acercarse, vió que la contraria estaba a una distancia en la cual no podría escapar, al menos que salga corriendo, y decidió que era momento de actuar.
Se acercó a grandes pero sigilosas sancadas. Asimilandose a un zorro acercándose a un desprevenido conejo.

Serendipia: el caso de la princesa y la amante [ Rashta ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora