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Me desperté en un cuarto oscuro y sin ningún tipo de sonido además de mi respiración agitada, como si hubiera estado corriendo por mucho tiempo. Traté de calmarme antes de hacer cualquier movimiento, en ese momento noté que el piso estaba cubierto con un líquido viscoso y apestoso. Era un olor demasiado fuerte, tanto que podría desmayar a cualquier persona, sin embargo, no me disgustaba, al contrario, me parecía un olor muy familiar y hasta cierto punto delicioso. Comencé a oler cada vez más profundo en la completa oscuridad, tratando de recordar ese olor; no pasó mucho tiempo hasta que di con la respuesta: sangre. Ese olor tan pesado con tenue aroma a metal no podría ser otra cosa además de sangre. Toqué mis bolsillos y por alguna razón tenía una pequeña linterna con una nota que decía: "No confíes en nadie. J.". No sabía quién había escrito esa nota, pero agradecí tener esa pequeña linterna. Al encenderla no podía creer lo que estaba viendo. Todo el cuarto en donde me encontraba estaba completamente lleno de sangre, en las paredes había mensajes escritos con más sangre que decían: "No confíes", "Ella es la llave", "Nunca saldrás de aquí", entre otras palabras que eran incomprensibles, parecían estar escritos en otro idioma.

Mientras trataba de entender todo lo que estaba pasando tuve un tipo de recuerdo, personas gritando, huyendo de algo que no dejaba de reír tan fuerte que daba escalofríos, mientras todo alrededor estaba siendo tragado por llamas, todo ese escenario parecía el mismo infierno. En ese momento se encendió una luz a través de una puerta en el cuarto, solo atiné a apagar la linterna lo más rápido que pude y quedarme en silencio. Comencé a escuchar unos pasos acercándose a la puerta, traté de ocultarme, pero no había absolutamente nada en el cuarto, así que me quedé inmóvil, esperando a quien sea que se estaba acercando. Escuché como unas cadenas pesadas caían fuera de la puerta mientras la manilla comenzaba a girar.

Cuando la puerta empezó a abrirse poco a poco, cerré los ojos esperando lo peor. Al quedar el cuarto iluminado por la luz de la puerta y en completo silencio otra vez, abrí los ojos. En la puerta estaba un niño, podría decir que no tenía más de 10 años, estaba vestido con solo un polo que le llegaba a cubrir las rodillas y tenía la cabeza rapada pero llena de cicatrices, como si hubieran abierto su cráneo en diferentes partes y varias veces. El niño solo me miraba sin decir una sola palabra. Sin embargo, en sus ojos lo pude ver, parecía no tener alma, estaba vacío como si de un cascaron se tratará. Volteó y cerró la puerta tras él. Sin pensarlo, di un salto y lo abrace por atrás, le tape su pequeña boca con mi mano y lo llevé a una de las esquinas del cuarto. Me acerqué a unos de sus oídos y le pregunté quién era, que era ese lugar, porque yo estaba encerrado en este cuarto. Tenía tantas preguntas en mi cabeza, pero cuando me di cuenta de su reacción me contuve, ese pequeño niño parecía estar demasiado asustado. Comprendí que ese niño no iba a hacerme daño y creo que él pensó lo mismo de mí, así que le quité la mano de su boca y me alejé un poco.

El niño me miró y con señas me dijo que no haga ruido, luego apuntó hacia la puerta. Apenas volteé la mirada unos ruidos extraños comenzaron a sonar en todo el cuarto, como si de engranajes oxidándose tratara. Él me abrazó con fuerza y el sonido paró. En la puerta se podía ver que algo estaba inmóvil al otro lado. De un momento a otro, la puerta se abrió con tal fuerza que cayó al suelo. Esa cosa entró al cuarto sin percatarse de nosotros, pero no parecía humano, definitivamente no era humano, era demasiado alto y en lugar de brazos tenía seis tentáculos que parecían hechos de algún metal porque se veían muy oxidados, tanto que podía decir que tenía más tentáculos pero que parecía que se habían caído de algunos huecos de su cuerpo, en su pecho también había una gran abertura, como si hubiesen tratado de cortarlo por la mitad, y de ese lugar salía una bolsa roja grande que arrastraba en el piso mientras le colgaban pedazos de carne y tripas, además pude notar que dentro de la bolsa había algo, algo que se movía como

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