𝕀𝕍

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𝑳𝒖𝒏𝒆𝒔 20, 𝒅𝒊𝒄𝒊𝒆𝒎𝒃𝒓𝒆 

𝑷𝒂𝒓𝒆𝒄𝒆 𝒒𝒖𝒆 𝒆𝒍 𝒑𝒂𝒄𝒊𝒆𝒏𝒕𝒆 𝒔𝒂𝒃𝒆 𝒂𝒍𝒈𝒐 𝒎𝒖𝒚 𝒊𝒎𝒑𝒐𝒓𝒕𝒂𝒏𝒕𝒆. 𝑳𝒐𝒔 𝒆𝒔𝒇𝒖𝒆𝒓𝒛𝒐𝒔 𝒅𝒆 𝒍𝒐𝒔 𝒅𝒐𝒄𝒕𝒐𝒓𝒆𝒔 𝒑𝒂𝒓𝒂 𝒒𝒖𝒆 𝒉𝒂𝒃𝒍𝒆 𝒏𝒐 𝒉𝒂𝒏 𝒔𝒊𝒅𝒐 𝒆𝒙𝒊𝒕𝒐𝒔𝒐𝒔. 𝑺𝒖𝒑𝒐𝒏𝒈𝒐 𝒒𝒖𝒆 𝒆𝒍 𝒐𝒃𝒋𝒆𝒕𝒊𝒗𝒐 𝒆𝒓𝒂 𝒉𝒂𝒄𝒆𝒓 𝒒𝒖𝒆 𝒆𝒍 𝒑𝒂𝒄𝒊𝒆𝒏𝒕𝒆 𝒔𝒆 𝒂𝒃𝒓𝒂 𝒄𝒐𝒏 𝒏𝒐𝒔𝒐𝒕𝒓𝒐𝒔, 𝒂𝒔í 𝒒𝒖𝒆 𝒍𝒆𝒔 𝒅𝒊𝒋𝒆 𝒒𝒖𝒆 𝒚𝒂 𝒕𝒆𝒏í𝒂 𝒆𝒙𝒑𝒆𝒓𝒊𝒆𝒏𝒄𝒊𝒂 𝒄𝒐𝒏 𝒑𝒆𝒓𝒔𝒐𝒏𝒂𝒔 𝒅𝒆 𝒆𝒔𝒆 𝒕𝒊𝒑𝒐 𝒚 𝒑𝒆𝒅í 𝒒𝒖𝒆 𝒎𝒆 𝒅𝒊𝒆𝒓𝒂𝒏 𝒖𝒏𝒂 𝒐𝒑𝒐𝒓𝒕𝒖𝒏𝒊𝒅𝒂𝒅. 

𝑴𝒂𝒓𝒕𝒆𝒔 21, 𝒅𝒊𝒄𝒊𝒆𝒎𝒃𝒓𝒆 

𝑳𝒐𝒈𝒓é 𝒆𝒍 𝒑𝒆𝒓𝒎𝒊𝒔𝒐 𝒑𝒂𝒓𝒂 𝒑𝒐𝒅𝒆𝒓 𝒉𝒂𝒃𝒍𝒂𝒓 𝒄𝒐𝒏 𝒆𝒍 𝒑𝒂𝒄𝒊𝒆𝒏𝒕𝒆, 𝒍𝒐𝒔 𝒅𝒐𝒄𝒕𝒐𝒓𝒆𝒔 𝒚𝒂 𝒏𝒐 𝒔𝒂𝒃𝒆𝒏 𝒄ó𝒎𝒐 𝒕𝒓𝒂𝒕𝒂𝒓𝒍𝒐. 𝑳𝒐 𝒑𝒓𝒊𝒎𝒆𝒓𝒐 𝒒𝒖𝒆 𝒉𝒊𝒄𝒆 𝒇𝒖𝒆 𝒅𝒂𝒓𝒍𝒆 𝒖𝒏 𝒄𝒖𝒂𝒅𝒆𝒓𝒏𝒐 𝒚 𝒂𝒍𝒈𝒖𝒏𝒐𝒔 𝒍á𝒑𝒊𝒄𝒆𝒔. É𝒍 𝒍𝒐𝒔 𝒕𝒊𝒓𝒐 𝒂𝒍 𝒔𝒖𝒆𝒍𝒐, 𝒑𝒆𝒓𝒐 𝒏𝒐 𝒎𝒆 𝒓𝒆𝒏𝒅í 𝒚 𝒔𝒆 𝒍𝒐𝒔 𝒅𝒊 𝒏𝒖𝒆𝒗𝒂𝒎𝒆𝒏𝒕𝒆 𝒚 𝒗𝒂𝒓𝒊𝒂𝒔 𝒗𝒆𝒄𝒆𝒔. 𝑷𝒂𝒓𝒆𝒄𝒆 𝒒𝒖𝒆 é𝒍 𝒆𝒏𝒕𝒆𝒏𝒅𝒊ó 𝒒𝒖𝒆 𝒏𝒐 𝒎𝒆 𝒓𝒆𝒏𝒅𝒊𝒓í𝒂, 𝒂𝒔í 𝒒𝒖𝒆 𝒄𝒐𝒎𝒆𝒏𝒛ó 𝒂 𝒅𝒊𝒃𝒖𝒋𝒂𝒓. 𝑳𝒖𝒆𝒈𝒐 𝒅𝒆 𝒖𝒏𝒐𝒔 𝒎𝒊𝒏𝒖𝒕𝒐𝒔 𝒅𝒆𝒋𝒐 𝒆𝒍 𝒍á𝒑𝒊𝒛 𝒚 𝒕𝒊𝒓ó 𝒆𝒍 𝒄𝒖𝒂𝒅𝒆𝒓𝒏𝒐 𝒉𝒂𝒄𝒊𝒂 𝒎í; 𝒍𝒐 𝒒𝒖𝒆 𝒗í 𝒎𝒆 𝒅𝒆𝒋ó 𝒊𝒎𝒑𝒂𝒄𝒕𝒂𝒅𝒂, 𝒆𝒏 𝒍𝒂 𝒉𝒐𝒋𝒂 𝒉𝒂𝒃í𝒂 𝒅𝒊𝒃𝒖𝒋𝒂𝒅𝒐 𝒖𝒏𝒂 𝒄𝒂𝒓𝒂 𝒄𝒐𝒏 𝒐𝒋𝒐𝒔 𝒅𝒆𝒔𝒕𝒓𝒐𝒛𝒂𝒅𝒐𝒔, 𝒄𝒐𝒎𝒐 𝒔𝒊 𝒉𝒖𝒃𝒊𝒆𝒔𝒆𝒏 𝒔𝒊𝒅𝒐 𝒓𝒆𝒗𝒆𝒏𝒕𝒂𝒅𝒐𝒔 𝒄𝒐𝒏 𝒂𝒈𝒖𝒋𝒂𝒔. 𝑨𝒖𝒏 𝒂𝒔í, 𝒕𝒆𝒏í𝒂 𝒅𝒊𝒃𝒖𝒋𝒂𝒅𝒐 𝒖𝒏𝒂 𝒈𝒓𝒂𝒏 𝒔𝒐𝒏𝒓𝒊𝒔𝒂, 𝒄𝒐𝒎𝒐 𝒔𝒊 𝒆𝒔𝒕𝒖𝒗𝒊𝒆𝒓𝒂 𝒅𝒆𝒎𝒂𝒔𝒊𝒂𝒅𝒐 𝒇𝒆𝒍𝒊𝒛, 𝒑𝒆𝒓𝒐 𝒂𝒍𝒈𝒐 𝒏𝒐 𝒆𝒔𝒕𝒂𝒃𝒂 𝒃𝒊𝒆𝒏. 𝑨𝒍 𝒄𝒐𝒔𝒕𝒂𝒅𝒐 𝒅𝒆𝒍 𝒅𝒊𝒃𝒖𝒋𝒐 𝒆𝒔𝒕𝒂𝒃𝒂 𝒆𝒔𝒄𝒓𝒊𝒕𝒐 𝒖𝒏𝒂 𝒑𝒂𝒍𝒂𝒃𝒓𝒂: "𝑮𝒓𝒖𝒎𝒑𝒚". 𝑳𝒆 𝒑𝒓𝒆𝒈𝒖𝒏𝒕é 𝒒𝒖𝒊é𝒏 𝒆𝒓𝒂, é𝒍 𝒎𝒆 𝒅𝒊𝒋𝒐 𝒆𝒏 𝒔𝒖𝒔𝒖𝒓𝒓𝒐𝒔 𝒒𝒖𝒆 𝒆𝒓𝒂 𝒔𝒖 𝒎𝒆𝒋𝒐𝒓 𝒂𝒎𝒊𝒈𝒐. 𝑺𝒖𝒑𝒖𝒔𝒆 𝒒𝒖𝒆 𝒆𝒓𝒂 𝒔𝒖 𝒂𝒎𝒊𝒈𝒐 𝒊𝒎𝒂𝒈𝒊𝒏𝒂𝒓𝒊𝒐. 𝑳𝒆 𝒑𝒓𝒆𝒈𝒖𝒏𝒕é 𝒄𝒖á𝒍 𝒆𝒓𝒂 𝒔𝒖 𝒏𝒐𝒎𝒃𝒓𝒆 𝒄𝒐𝒎𝒑𝒍𝒆𝒕𝒐, 𝒂 𝒍𝒐 𝒒𝒖𝒆 é𝒍 𝒓𝒆𝒔𝒑𝒐𝒏𝒅𝒊ó 𝒒𝒖𝒆 𝒔𝒆 𝒍𝒍𝒂𝒎𝒂𝒃𝒂...

Lo demás en el diario ya no era comprensible. Mi instinto me decía que debía buscar a esa persona, porque me podía dar las respuestas que necesito.

Sonaron unos gruñidos, eran nuestros estómagos. No sabía cuánto tiempo había pasado desde la última vez que comí y creo que Cris estaba en la misma situación. En la habitación no había nada, solo algunos lápices de colores con muchas hojas con algunos dibujos en el piso. Vi una puerta, así que caminé hacia ella con miedo, habían pasado tantas cosas, pero todavía no me acostumbraba. Al salir, no había nada ni nadie, era como si fuera una casa abandonada. Caminé algunos metros hasta que vi unos afiches con publicidad, no decían nada importante, eran los típicos anuncios de cualquier marca actual, excepto por un papel doblado por debajo de unos de los carteles. Cuando abrí ese papel pude sentir alivio por un momento, ese papel era un plano o mapa de ese lugar, parecía que era un edificio de 6 niveles. Asumí que nosotros estábamos en el cuarto piso, así que el piso de abajo era algo así como una cafetería. Le dije a Cris que por fin íbamos a salir de ese lugar y por primera vez pude ver en sus ojos algo de felicidad.

Caminando un poco más encontramos unas escaleras, sin embargo, algo me parecía que estaba mal, no habíamos encontrado absolutamente nada. Esas escaleras bajaban hasta el primer piso, hacia la salida, pero no podía ser tan fácil. Cris y yo comenzamos a bajarlas rápidamente para escapar de ese lugar. Al llegar al primer piso sentimos como el frio viento de afuera nos golpeaba la cara, algunas lágrimas salían de mis ojos, por fin iba a salir de ese lugar. Cuando estaba a pocos pasos de la salida sentí que algo me tomó del pie y me jaló hacia adentro, Cris se dio cuenta y corrió hacia mí. En la puerta vi como una señora de mediana edad nos miraba, nos sonrió y pensé que nos iba a ayudar hasta que bajé la mirada, ella no tenía sombra. Miré a Cris asustado, pero él todavía veía a la señora muy feliz hasta que me miró y la sonrisa en su rostro desapareció por completo. Yo seguía tirado en el suelo, por alguna razón no tenía las fuerzas para levantarme. La mujer comenzó a acercarse hacia nosotros y cuando estuvo frente a mí me dijo: "Josh, mi pequeño, cuanto has crecido, hace mucho que no visitas a tu abuela, me he sentido muy sola todos estos años...".

No sabía que decir, no recordaba a esa señora.Ella con su mano me acarició la cabeza y lo mismo hizo con Cris. De pronto enel pasillo empezaron a salir tentáculos iguales a los del primer 

GRUMPYDonde viven las historias. Descúbrelo ahora