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Pasó un tiempo desde que llegué a casa de Emily, específicamente dos años. Yo ya tenia 10 en ese entonces, mi pelo había crecido una barbaridad, tenia ropa nueva cada año, Anacleto me acompañaba a todas partes... Pero no me sentía bien conmigo mismo. A esa edad entré en el colegio, ya que cuando tenia 8 me perdí gran parte del curso con el asunto de la masacre, y cuando tenia 9 estaba muy afectado de lo que hice el año anterior. Cuando llegó el primer día de colegio, Emily me acompañó como tutora legal.

-¡Adelante tigre! ve y comete el mundo- Dijo ella, dándome unos empujoncitos en la espalda.

-No me puedo comer el mundo Emily, explotaría- Argumenté yo, inocente entendiendo la broma de forma literal. Ella dio una carcajada y me dio un abrazo. Al entrar a la clase vi un montón de niños correr de arriba abajo, saltando a alturas inimaginables... Y entre ellas había una chavala bastante peculiar... Su pelo negro era denso, pero en su nuca se podían ver mechones de un color pelirrojo brillante, su cara era redondita, con rasgos asiáticos, con unos mofletes redonditos. Se acercó con energía hacia mi posición, y se presentó con alegría:

-Hola, soy Anne. Tú eres Ghost cierto?- Dijo la niña, presentándose de manera cordial. Estaba muy nervioso, no sabia que responder, esos dos años pasaron factura.

-Yo... Si, soy Ghost.- Dije yo, entrecortado. Esa chavala era muy flaquita de cuerpo, parecía bastante inocente. Después de un rato, se fue a su mesa donde estaba leyendo un libro, y cuando me voy a girar, aparece Anacleto con cara de pillín.

-Alguien conoció a alguien muy guapa.- Dijo el fantasma, intentando dar codazos, fallando en el intento. Yo lo negué con la cabeza y me senté en su mesa, empezando así las clases. Pasé muy buenos ratos con Anne, me reí con sus tonterías. Ella me empezó a gustar, pero no me dí cuenta hasta que pasó un tiempo. Cuando entramos al instituto. 

GhostDonde viven las historias. Descúbrelo ahora