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Pasaron algunos segundos y tal vez minutos en los que Jungkook y Yoongi no se separaron. Sus labios unidos era lo mejor sensación antes vivida, no querían alejarse por nada del mundo y eso les asustaba a ambos.

Lamentablemente existe el aire y sin este no se vive por lo que obligatoriamente tuvieron que alejarse tan solo unos centímetro. Yoongi tenía sus mejillas de un leve color carmesí por la vergüenza que sentía y Jungkook una sonrisa de oreja a oreja, simplemente encantador según Yoongi, pero claro no se lo diría, no quería convertirse en un tomate.

Jungkook acaricio suavemente la mejilla del mayor y este tan solo cerró sus ojos disfrutando del toque delicado, la mano del menor era increíblemente suave para ser tan antiguo, pero claro era un dios, debía de ser perfecto en todo el sentido.

- No quiero alejarme de ti, no quiero volver a ese horrible libro Yoongi. – tan solo aquel susurro hizo que el mayor volviera a la realidad mirándolo con aquellos hermosos ojos llenos de preocupación, algo que no le gusto al menor. Para este último, Yoongi era como un ángel el cual siempre debía sonreír y se sentía culpable de haber instalado aquel sentimiento de preocupación en su hermoso ángel.

Yoongi tan solo lo observaba en silencio sin saber que poder decir en aquel momento, el ambiente era tan incómodo para él, sobre todo luego de aquel beso el cual solo quizás lo dejo con ganas de más. Bajo la mirada apenado y sostuvo las manos del griego acariciando estas con delicadeza, como trasmitiéndole que tenía todo su apoyo pero que lamentablemente no había nada que hacer, por más que buscaran solución no existía y si la había no se encontraba.

Jungkook lo abrazo sorprendiendo al mayor por la repentina acción de este, cerro sus ojos inhalando el rico aroma del mayor y apoyo su cabeza sobre el hombro de este sin soltarlo. Se quedó varios minutos en aquella posición pensando en silencio, algo que le agradeció mentalmente a Yoongi ya que este solo acaricio su espalda dejándolo pensar sin interrupciones

- Tendré que volver al libro, no queda de otra. De todas formas muchas gracias por haberme hospedado aquí y por ser tan bueno conmigo a pesar de todo lo que cause. – todo aquello Jungkook lo dijo con voz baja, pronto su voz se rompería y no quería eso. Él no podía llorar, muchas veces había vivido aquello, irse de algún lugar, debía estar acostumbrado después de tantos años en el mismo libro.

Lamentablemente nadie había hecho lo que Yoongi hizo, hacerlo sentir amor hacia él, porque ahora Jungkook podía asegurar que lo que sentía por el mayor no era un simple cariño como cualquier otro, esta vez podía decir que amaba a aquel chico, amaba cada parte de él y eso estaba mal, él no podía enamorarse de nadie, después de todo fue creado sin sentimientos para solo otorgarle placer a la persona que lo invocaba. Pero nadie contaba con que Yoongi sería distinto a cualquier chico o chica la cual estuvo con Jungkook, y este (Yoongi) no le pediría sexo al menor, pero tampoco lo trataría mal, marcando la diferencia en la vida de Jungkook.

Pasando algunos minutos Jungkook se separó quedando a pocos centímetro del rostro del mayor, beso su mejilla y se levantó dejando al superior en la misma posición un tanto confundido por la actitud del griego.

Yoongi se mordió el labio inferior viendo hacia donde Jungkook se había ido luego de eso bajo la mirada a aquel libro que estaba en uno de los muebles como si no fuera nada importante. Se levantó rápidamente y corrió para tomarlo y volver al lugar donde antes estuvo Jungkook junto a él.

Estuvo cerca de tres horas analizando página por página de aquel libro. En aquel tiempo Jungkook no había abandonado la habitación del mayor haciendo que este último se preocupara pero este sentimiento paso cuando Jungkook salió a darle una explicación de cómo se sentía y por qué quería estar solo

Dios Griego - Kookgi +21 (ADAPTACIÓN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora