LOVEBUG

Capítulo 6: Realidad

Descargo de responsabilidad:

Amphibia y sus personajes pertenecen a Matt Braly. Este es un universo alterno, todos los personajes tienen más de 17 años.

Advertencia:

Lenguaje vulgar, escenas con consumo de alcohol, mención sobre drogas, sangre y actos con violencia gráfica que pueden ser sensibles para algunas personas.

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La vida es un cúmulo de cosas que suceden por casualidad.

Las relaciones que formas a lo largo de ella, dependen directamente de tus decisiones y de la cantidad de esfuerzo que estás dispuesto a poner para mantenerlas.

La vida es impredecible y está en constante cambio, por ello las personas no deberían darse el lujo de desperdiciarla enfocándose en el pasado o temiendo al futuro.

Aunque es entendible si muchos no encuentran una respuesta tan sencilla en un mar de reflexiones como lo es la memoria colectiva de una sociedad tan cambiante.

Era completamente natural fallar tantas veces como estrellas hay en el cielo.

Pues a veces, para llegar a ella, uno debía pasar por situaciones extremas.

Los clásicos tropiezos de la vida como diría el viejo Hopediah Plantar.

Anne no era ajena a la situación que se vivía en Los Ángeles o en el mundo entero, los canales de noticias, las redes sociales y las calles mismas estaban repletas de historias descabelladas.

Tiroteos en los vecindarios, en escuelas, robos, agresiones espontaneas y guerras. No había forma de ignorar eso al 100%, incluso si lo intentaras, siempre habría un poco de realidad a tu alrededor.

El mundo era horrible y más torcido de lo que muchos eran capaces de aceptar.

Un buen porcentaje de los adultos y las personas de su edad solían concentrase en otras cosas para no sentirse agobiados por esos temas.

Ver el lado terrible de la sociedad era para las personas de estómagos fuertes.

Había quienes podían hacerlo y quienes requerían de ayuda.

Pero intentar distraerse no siempre era beneficioso.

A veces, las personas cometían el error de sentirse demasiado cómodos en los lugares que ya conocían, bajando completamente la guardia debido a ello, lo que sin lugar a dudas no era una estrategia provechosa.

Y ella estaba aprendiendo esa lección por las malas.

Un nudo se formó en su estómago y su boca se resecó mientras buscaba los ojos de Marcy en la lejanía.

La Wu se encontraba agazapada contra el estante de las frituras en el fondo del minisúper, una mujer mayor se aferraba fuertemente a su brazo, cubriéndola con su propia cesta de compras e impidiéndole acercarse a dónde estaba ella.

Había un miedo latente en sus iris grisáceos.

Una parte de ella se sentía aliviada por la distancia que les separaba.

—¡No juegues conmigo! — gritó alterado el hombre a su lado y la presión del pequeño cilindro metálico contra su costado le erizó los vellos de la nuca.

¿Cómo diablos habían llegado a eso?

Era un poco enredado responder a tal cuestión.

Okay.

Tal vez necesitaba recapitular todos sus pasos para lograr conectarse a la realidad que estaba viviendo en esos instantes.

"¿Dónde empezó esta mierda Boonchuy?"