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capítulo 1 - Diferente

Caminando hacia el colegio iba Nico, como siempre, iba solo. Tenía el pelo moreno y rizado, a pesar de que ninguno media más que el dedo de un bebé. Tenía una estatura normal para su edad, pero tenía los brazos más delgados que sus compañeros de clase, que aspiraban a tener la virtud de la fuerza, por eso no se juntaban con el, era diferente.

No le atraía nada tener los músculos como rocas, tampoco le atraía ser veloz:

-Correr es de cobardes-decía para sus adentros.

La agilidad tampoco era una opción, pues nunca se le dio bien saltar vallas ni hacer giros en el aire.

Pensaba esas cosas justo ese día porque les harían pruebas para predecir su virtud.

Al llegar al colegio y entrar a su clase, se sentó en su sitio. Fueron llamando uno a uno a los alumnos y pidiéndoles la estatura y el peso. Luego un examinador les hizo pruebas físicas, como cuantas flexiones podían hacer (Nico hizo 4) o el máximo peso que podían levantar (Nico levantó 10Kg). Una examinadora les hizo pruebas de velocidad y agilidad.

Al terminar, repartieron los resultados, a todos menos a Nico:

-Ven conmigo-le dijo la profesora al terminar de repartir. Nico la siguió afuera del aula,sorprendido-.Tus resultados no son normales-dijo al cerrar la puerta.

-¿Por qué lo dice?¿Cual ha sido el resultado?-preguntó Nico con curiosidad.

-Ninguno, no has mostrado que algo se te de bien en las pruebas. Probablemente vallas a tener una virtud desconocida o poco común.

-¿Se diferencian en algo de las comunes?

-Sí. Pueden desarrollarse más rápido, y pueden ser más de una.

-¿Y por qué no lo ha dicho delante de los demás?

-Sé por lo que estas pasando, no quieren juntarse contigo porque eres menos fuerte.¿Cómo crees que te tratarían si supiesen que eres más diferente de lo que pensaban?

-¿Qué quiere que les diga si me preguntan?

-Tu di simplemente que no quería que lo supieran, no me llevaran la contraria.

Volvieron al aula y Nico fue a sentarse a su sitio mientras lo miraban los demás alumnos entre cuchicheo y cuchicheo. La profesora cogió un papel y se puso a escribir, lo que provocó más cuchicheo. Nico se retrasó un poco para que no le preguntasen. Cuando iba a salir, la profesora le dio una nota para sus padres. Una vez en el patio, los alumnos de su clase fueron a preguntarle que había pasado.

-Para esto me serviría ser veloz-pensó, lamentando haber menospreciado esa virtud.

* * *

Caminaba hacia casa observando a los otros niños y niñas en grupos, entusiasmados porque tendrían justo la virtud que querían o conformándose con su resultado en la prueba. Nico ni siquiera sabía si le iba a gustar la suya.

-Por un lado puedo tener más de una virtud-pensó-.Pero por otro puede ser que no me valla a gustar...

De todas formas, la sabría pronto, o al menos eso le dijo su profesora.

Tan sumido estaba en sus pensamientos que no se dio cuenta de que estaba ya subiendo la colina sobre la que estaba su casa. Al llegar, abrió la puerta con la llave, dudó un segundo, y fue a entregarles la nota a sus padres. Como suponía, estaban en el salón, viendo la repetición de un capitulo de una serie que solían emitir a altas horas de la noche.

-¿Que tal la prueba?-le preguntó sonriente su madre.

Nico, en lugar de responder, le entregó la nota. La sonrisa de su madre se fue borrando poco a poco, miró la nota, luego a Nico y otra vez a la nota. Su padre se asomó por encima del hombro de su padre y comenzaron a leer.

Al terminar, levantaron la vista de la hoja y su padre le dijo:

-No le des importancia, esas cosas pueden pasar, y casi siempre la virtud de esa persona acaba siendo algo como agudeza mental.

Nico creyó a su padre, pero aun así, buscó un poco de información en la biblioteca.

Tras buscar, encontró un breve texto. En el ponía:

"habría que hacer una comparación con los, digamos, no predecibles. Esta parte de la población mundial suele desarrollar antes que los predecibles sus virtudes, ya que mientras en estos se empiezan a manifestar sus virtudes a los 16, en los no predecibles se empiezan a manifestar al cumplir los 13."

A Nico se le aceleró el corazón, la semana siguiente cumpliría trece años y descubriría su virtud.