capítulo 6 - Daniel

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Este capítulo lo escribiré en primera persona narrado por un nuevo personaje.

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Daniel


Todavía no me lo creía. Hace apenas unos días era una persona normal, no salía de la ciudad y allí estaba, yendo a vete a saber que ciudad para encontrar a vete a saber que persona y todavía no sabía que iba a hacer para encontrarla al llegar, ni siquiera sabía un poco sobre su aspecto.


Levaba como un kilómetro andando cuando llegué a otro camino y no sabía si ir a la derecha o a la izquierda, así que consulte el mapa que había trazado de los caminos y ciudades de la zona basándome en uno de un libro que me prestó mi tío. El era jefe de una empresa de venta de casi cualquier cosa y necesitaba esa clase de información para localizar los mejores lugares para instalar otra de sus famosas tiendas. Según el mapa la ciudad más cercana estaba por el camino de la derecha, y al poco rato de estar caminando pude verla. Era más grande que la mía y tenía edificios más altos. Seguí caminando hasta llegar a los primeros edificios donde decidí descansar un rato y después buscar a esa persona.


Ya llevaba unos diez minutos mirando el cielo despejado tumbado en un banco cuando vi algo gris subiendo por el cielo. Humo. Busqué que se estaba quemando y encontré una casa en llamas a dos manzanas de distancia. Corrí hacia allí. Sabía que podía ayudar gracias a lo que descubrí sobre mí hace unos días, pero prefería mantenerlo en secreto por la posible reacción de la gente.


Cuando llegué vi a una niña salir del edificio con un bebé en brazos. tenía más o menos mi edad y el pelo moreno. Los que supuse eran sus padres fueron a abrazarla. no me quedé mirando más tiempo, busqué un sitio tranquilo donde poder concentrarme. Lo encontré en un callejón al lado de la casa, fui por allí y empecé. Cerré los ojos y pasó lo de siempre. Sentí el agua de las tuberías de la casa, no como algo externo sino como parte de mi cuerpo. Intenté mover esa "nueva extremidad" pero seguía oyendo crepitar el fuego y seguía sintiendo el agua en el mismo sitio.


-Concéntrate-me decía a mi mismo.


Lo intenté otra vez y conseguí que de todas las tuberías rotas, grifos y desagües saliesen chorros de agua mientras mantenía la respiración para poder hacer más fuerza y cuando no pude más solté el aire y el agua dejó de fluir. Abrí los ojos. Había un charco de agua enorme en la entrada de el callejón. Salí corriendo y vi a la gente mirando asombrada el edificio que, ya no estaba en llamas pero sí inundado. Me escabullí mientras no miraban.


Pensé que lo mejor era buscar un lugar para pasar la noche pero luego caí en la cuenta de que seguramente cualquier persona que pudiese dejarme una habitación habría acudido atraída por la curiosidad al lugar del incendio y que lo mejor era esperar tumbado en un banco como antes, y eso hice, pero ya era de noche y estaba muy cansado así que me quedé dormido

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