𝘼 𝙋𝙧𝙞𝙣𝙘𝙚 𔘓 𝙆𝙤𝙤𝙠𝙫

𝘽𝙚𝙡𝙡𝙚𝙯𝙖

Aquel lugar era uno de los más lujosos en los que había estado, sin mentir. Era un salón al nivel de un castillo. Enormes lámparas de cristal caían del techo, adornando e iluminando todo el salón. Habían más de 50 mesas, con utensilios de la mayor calidad, y platos de la porcelana más cara. Hermosas rosas habían sido colocadas en hermosos floreros, justo en medio de cada una de las mesas circulares. El mantel blanco hacía contraste con los colores rojos de las servilletas.

Jungkook miró a cada familia que estaba llegando al lugar, ya que él y la suya ya estaban sentados en su mesa correspondiente. Bueno, sus padres se habían levantado a saludar a sus "amigos", mientras él sentía una gran tentación de sacar su celular y hablar un rato con Yugyeom, el muy afortunado no iba a asistir por estar con gripe. Ahora no podía estar más solo.

Alzó la vista, bufando de rabia. Lo único entretenido que encontró para hacer fue seguir mirando a la entrada. Por dentro solo podía burlarse de las gordas señoras llenas de anillos, que no eran soportadas por su maridos, los cuales les engañaban con alguna modelo, y también de aquellos señores viejos que tenían como pareja a una jovencita, que claramente buscaba su dinero.

También se burló de los chiquillos ricos. Estos estaban vestidos de marca hasta su último pedazo de piel, y caminaban estirados. Solo deseaba que se cayeran y su cara se estrellara contra algún pastel como en las caricaturas.

Apretó los ojos, para poder ver mejor a la distancia. Había entrado una familia que no reconocía bien, posiblemente serían nuevos. Un señor de aproximadamente 50 años, era acompañado de una hermosa mujer, que a pesar de su belleza, debía estar rozando sus 50 también. Detrás de ellos, venía un chico de mejillas abultadas bastante atractivo, de la mano con un castaño, que parecía ser modelo.

Pero observó con más atención al que venía detrás de ellos. Parecía ser el menor de la familia. Ese chico parecía ser la definición de belleza, definitivamente.