Una mujer de cabello gris opaco se encontraba sentada en el suelo de las estación del metro, acompañada por un par de ojos flotantes causados por su quirk, junto a ella una pequeña bolita de plumas rojizas, desarregladas, sucias y algo dañadas, de la cuál se lograban ver mechones de cabello rubio cenizo, era su hijo de 5 años, Keigo Takami.
Ambos habían huido de su casa, si es que a ese agujero se le puede llamar casa, después de que el padre del pequeño hubiera sido arrestado por cometer diversos crímenes, entre ellos robo y asesinato. La mujer temía que la policía o su marido llegarán por ella, así que tomo una manta de tela color café, llena de polvo y parches, se cubrió la espalda con ella, tomo al pequeño de la muñeca de manera brusca y sin más lo arrastró fuera del lugar, cosa que al niño no le sorprendió, después de todo estaba a acostumbrado a vivir entre la violencia.Llevaban dos días caminando hacia el centro de la ciudad, a ratos se sentaban a descansar y después continuaban su camino, en las noches la mujer se cubría con la manta y dormía dónde podía, sin importarle nada más. Por otro lado el pequeño rubio se hacía bolita entre sus alas mientras abrazaba su peluche de Endeavor, que era lo único que alcanzo a tomar cuando salieron huyendo, y dormía lo poco que su estrés le permitía, después de todo haber crecido en un ambiente en el que los golpes o gritos llegaban a él sin ningún aviso, incluso cuando dormía, habían desarrollado un instinto de alerta en el infante de 5 años.
El hecho de que un niño crezca en un ambiente hostil y de abuso constante provocará que el desarrollo cognitivo y mental de este se desarrolle de manera más acelerada de lo que debería, por lo tanto estos niños maduran desde una temprana edad, y eso era exactamente el caso del Keigo. Mientras su madre dormía en las bancas de los parques, él se dedicaba a buscar algo que ambos pudieran comer.
A pesar la actitud y personalidad sería del pequeño, el se sentía feliz y aliviado, después de todo, el hombre que le había causado tanto daño había sido encerrado, y nada más ni nada menos que por su héroe favorito. Por lo que se mantenía con una leve, casi imperceptible sonrisa, mientras recogía lo que encontraba para comer.
Después de seguir caminando por horas, finalmente habían llegado a la dichosa parada de metro, ambos se sentían cansados por lo que se sentaron para recuperar un poco de energía. Y fue justo en ese momento cuando el pequeño momento de libertad que había tenido el pequeño rubio, fue arrebatado de golpe, sin que pudiera hacer o decir nada, y jamás volvería tener ese sentimiento de alivio.
Unos 5 hombres de trajes color negro, cargando un portafolio de cuero color café se acercaron a la mujer que yacía sentada junto al pequeño, el cuál a simple vista solo era un pequeño bulto de plumas rojizas un poco esponjosas.-Buenas tardes señora Takami, la hemos estado buscando, queremos hablar con usted-
La mujer las miro con desgana, pero poniendo atención, después de todo su mirada siempre fue fría y sin vida, como si nada le importará. El pequeño se mantenía atento a lo que los adultos hablaban, sin moverse ni un centímetro ni mirarlos, solo los oía atento.
-Le tenemos una propuesta, sobre su hijo. Sabemos bien que el se involucró en un accidente automovilístico hace unos meses-
La madre no dijo una sola palabra, pero era claro que no sabía de qué hablaban, después de todo la comunicación con el pequeño era casi nula, por lo que solo giro la cabeza hasta quedarse viendo fijamente al pequeño, el cuál se tenso de manera repentina, enrollando de manera más fuerte sus pequeños brazos alrededor de sus piernas, para dejar sus rodillas pegadas a su pecho, metiendo más su cabeza entre ellas, todo esto bajo su plumaje espeso, el cuál se cerró más para cubrirlo de mayor manera.
-Keigo- hablo su madre con un tono lúgubre y frío, provocando un pequeño salto por parte del pequeño, el cuál alzó lentamente la cabeza hasta dejar ver sus ojos dorados a través de las alas, mirando directamente a su madre, pero apartando la vista de manera rápida y nerviosa.
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Enjaulado
FanfictionLa historia de lo que vivió Hawks dentro de la Comisión de seguridad de Héroes, desde que fue comprado a los 5 años hasta la actualidad con 23. Su entrenamiento, como fue criado y todo el maltrato que sufrió y lo que fue obligado a hacer. ⚠️ ADVERTE...