Capítulo 4

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Habían pasado unos días desde que Gyomei envío la carta a su mujer e hijo, donde se enteró por Anko que Naruto había iniciado con las misiones y que les estaba yendo bien, cosa que lo tranquilizaba bastante, luego de eso se dedicó a cuidar de su pequeño acompañante

También entrenaba de forma indirecta su haki para poder ver a un radio mayor, ya que luego de lo de Konoha, múltiples renegados de la misma aldea que el antes era protector lo atacaron, como otras aldeas tratando de reclutarlo a la fuerza, mayormente siendo los de Iwagakure

Donde por obvias razones no terminaban bien parados, los renegados falleciendo a puro Taijutsu y las aldeas perdiendo shinobis al pensar que el Himejima estaría debilitado por el paso del tiempo o mal psicológicamente por lo de su aldea

Pero, al pasar unos días, le llego un mensaje, donde pudo "leer" que el Hokage pedía su regreso y que lo esperaría en la sala de reuniones, algo le decía a Gyomei que iba a sufrir fuertes dolores de cabeza y que una que otra cabeza va a rodar

-Ahora que quiere ese vejestorio- Susurro el gigante

Gyomei dejo algo de alimento para su minino amigo, se vistió con su conjunto mas cómodo, guardo sus armas en su sellos, al igual que alimentos de emergencia y un botiquín, para luego, sin la necesidad de señales de manos, desapareció en un shunsine

Varios minutos después 

El hombre alto llego a una zona no protegida de la aldea, que lo hizo cuestionarse el porque nunca han atacado a la aldea si hay mas huecos que de los que tiene un queso, dejando de quejarse por eso, pasando desapercibido por todos, llego a la torre Hokage e ingreso en ella, yendo tranquilamente hacia la sala de reuniones, tomando grandes bocanadas de aire, ni siquiera había llegado y ya le dolía la cabeza, los vejestorios seguramente le pedirán que entrene al Uchiha o estupideces así

-Ya estoy aquí- Se susurro a si mismo

Cuando empezó a ingresar a la sala, sintió una gran cantidad de presencias asquerosas, llenas de envidia, codicia, arrogancia, entre otras mas, incluso mediante el haki, sentía la asquerosa sonrisa de abuelo bueno de Hiruzen, le era muy molesto para el Himejima, el como le daba la cara para hacer eso

-Que quieres- Pregunto sin darle vueltas al asunto

-Bienvenido Señor Himejima- Dijo Hiruzen -Lo convoque aquí para proponerle algo- Finalizo

Gyomei ya se daba una idea de lo que le pediría

-Quería saber ¿Si te gustaría reintegrarte a la aldea como un Jounin-Sensei e instruir a algún equipo?- Soltó su propuesta, mientras que los del consejo tenían sonrisas arrogantes, ya que estaban al tanto de lo que sufría el gigante desde que fue semi-expulsado de la aldea hace un tiempo

-¿Y por que debería aceptar y confiar en esta aldea?- Cuestiono, para molestia del consejo y duda del viejo -No puedo confiar en ti, cuando te adverti de que no te acercaras a Naruto, porque se como eres- Contaba el hombre -Pero sin importarte, te acercaste a el y lo metiste en una burbuja horrible, ¡SOPORTANDO EL ODIO DE ESTOS IDIOTAS, COSA QUE EL NO SE MERECIA!- Gritando a lo ultimo, su enojo era palpable

-Ese demonio debería morir- Soltó un comentario alguien del consejo

-Como también la perra serpiente- Dijo con voz arrogante -Mejor sellemos sus chakras, ejecutemos al demonio y que la perra sea una ma...- No termino al ser decapitado por un hacha corta unida a una cadena

Nadie dijo nada, todo fue muy rápido, pero la sensación de muerte que se sentía en el cuarto de reuniones era demasiado, varios se desmayaron, otros estaban sudando a mares, solo dos personas soportaban a penas esa presión

¿Me obligaras a reencarnar como extra? Oh no, claro que noDonde viven las historias. Descúbrelo ahora