Your smile [Álvaro Auryn]

Capitulo 20

Me quede paralizada, me entró el pánico, era algo muy fuerte y no sabía como iba a reaccionar, y en su estado, aunque todo estuviera bien me daba miedo.

- verás..Álvaro..es que.. - no sabía como contárselo sin que pareciera horrible, al fin y al cabo era su padre.

- Enana.. ¿Que pasa? - contestó él con cara de no entender nada

- Tu padre.. murió..tenia problemas y al saber lo del accidente..se suicidó..

No dijo nada, solo lloraba, me levanté y me senté de nuevo encima de él, y lo abracé muy fuerte. El apoyo su cabeza entre mi hombro y mi cuello sin para de llorar. No soportaba verlo mal, me rompía el alma.

- A pesar de todo era mi padre - dijo entonces más calmado - también tengo buenos recuerdos con él, pero creo que lo malo, superaba a lo bueno, no me alegro de su muerte, pero..vivir con miedo y desprecio constante.. es horrible

- Eres muy fuerte bebé - dije cogiendo su cara entre mis manos y le di un dulce beso.

- Tu me haces fuerte - dijo con media sonrisa. - pero dime que no ha sido todo malo por favor, dime que ha pasado durante estos meses.

- Claro que no - dije mientras le sonreía - a los 2 días de que tu estuvieras en coma, conocí a Blas, un chico nuevo en el edificio y en la isla, no sabes todo lo que me ha ayudado, es una persona increíble, te va a encantar, me ha cuidado muchísimo.

- Me alegro tanto enana, me siento fatal por haberte dejado sola 3 meses, lo mal que lo has tenido que pasar, y ..

- Y nada, tu no tienes la culpa de todo lo del accidente, ahora lo importante es que estas bien. Además también vas a conocer a alguien mas nuevo, bueno en realidad solo te queda conocerla en persona porque todo lo demás de ella ya lo sabes - me reí - Patri viene a vivir conmigo, llega en una semana

- ¿Enserio? Eso es genial enana, tengo muchísimas de conocerla, pero, tu casa es un poco pequeña para dos ¿No?

- Ha habido otro cambio, me mudo, pero no muy lejos, mas concretamente dos plantas mas abajo de la mía, en la de Blas, vamos a estar puerta con puerta con él.

- Pues si que han pasado cosas en 3 meses - dijo mientras se reía , como echaba de menos su risa.

Me quede callada unos segundos, hacia tanto que no estaba así con él.

- Te he echado tanto de menos bebé - dije mientras una lágrima rodaba por mi cara

Me cogió la cara y me beso con pasión pero muy lentamente, sabia que esa era mi perdición, su forma de besarme así.

- Dime algo, tengo un recuerdo,como un sueño, no se, recuerdo escuchar canciones de el canto del loco, pero la única que recuerdo con nitidez es , La suerte de mi vida.

- Estaba desesperada, te necesitaba conmigo ya, y el médico me dijo que escuchar algo que te recordara a mi ayudaría a que a lo mejor te acordaras de mi y despertaras, y lo hizo, te despertaste mientras sonaba la suerte de mi vida.

Los siguientes dos días pasaron de lo más aburrido, pruebas y mas pruebas. Pero por fin le dieron el alta.

- Enana, no quiero volver a mi casa ahora..
- Bebé, quedate en mi casa tanto como quieras, es más te lo exijo - contesté mientras me reía.

Entramos en la que pocos días dejaría de ser mi casa.

- ¿Tienes hambre bebé? - le dije mientras abría uno de los armarios de la cocina.

Me agarro por detrás aprentandome hacia su cuerpo, notaba su oliento chocando en mi cuello

- Tengo mucha hambre..pero de ti. - susurró en mi oido, mientras empezaba a dejar besos por mi cuello.

Me di la vuelta y casi sin darme cuenta su lengua se introdujo en mi boca de nuevo. Me cogió de la mano y me llevó hasta el salón/habitación, me quitó la camiseta y los vaqueros que llevaba y a continuación mi rompa inteior, pero muy lentamente, sin dejar de mirarme, hizo lo mismo con su ropa. Entonces con la punta de sus dedos empezó acariciar todo mi cuerpo, mis brazos, mis pechos, mis piernas. No había nada que me gustara más que sentir sus manos en mi cuerpo. Me cogió de la cintura acercandome más a él, empezó otra vez con los besos por el cuello, yo acariciaba su espalda, podría pasar así horas con él. Me cogió en brazos y me tumbó sobre la cama quedando él sobre mi, dejó los besos por el cuello y bajo por mis pechos jugando con cada uno de mis pezones a lo que mi cuerpo reacciono arqueando la espalda, y soltando un gemido de placer, siguió bajando por mi abdomen hasta llegar a mi sexo, donde dio un último beso. Volvió a mi cuello y entonces cogió el lóbulo de mi oreja entre sus dientes tirando levemente de él. Me estaba volviendo completamente loca de placer, lo necesitaba dentro de mi

- Tengo tantas ganas de hacerte el amor, te deseo tanto - dijo en mi oído antes de introducirse en mí.

Solté un grito de placer al volver a notarlo en mi después de tanto tiempo. Me embestia lento, muy lento. Nos necesitábamos tanto que no queríamos que acabara, llegamos juntos al clímax, mientras yo gemía en su oído clavándole mis uñas en su espalda. Me dio un tierno beso

- Te quiero - susurró contra mis labios.

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