Marvel || One Shots

Perdón || Kate Bishop

Habia sido uno de los peores, sino el peor dia en las ultimas semanas, y eso es mucho considerando todo lo sucedido en la semana de navidad. Todo habia empezado con un simple castigo por haber destruido una torre, y en menos de 24 horas se veía enredada en negocios del mercado negro, portando el traje de un asesino. Y esa habia sido la parte fácil de resolver, después todo fue en caída.

Como sea, una semana despues y ya pasadas las fiestas, volvió a Nueva York, las cosas con Clint no terminaron bien, aunque tampoco mal. Nuevamente él le había pedido alejarse de todo tipo de problemas, y que no intentase ser la super heroina que piensa ser, porque no es indestructible. Con lo cual ella, obviamente, no estuvo de acuerdo. Por lo que se despidieron con la promesa de seguir en contacto y eso fue todo.

Katherine Elizabeth Bishop era quien respondía por todos los crimenes de su madre, era la unica heredera de Bishop Security y debía asegurarse de que al menos esa parte de la vida de Eleonor, fuera legal. Hoy había ido a la carcel a verla por primera vez desde que pasó todo y no fue una visita de lo mas agradable, la cual terminó con una joven llorando mientras veía a su madre mirarla con esos grandes y fríos ojos azules. La unica razon por la que estaba allí era poder comprender, o al menos intentar comprender por que había hecho todo eso, y todo lo que consiguió fue culpa, mas de la que ya sentía.
¡Su vida no hacía mas que mejorar!

Volvió a casa con intenciones de no volver a salir tal vez en un mes, y de algo estaba segura, mañana lloraría todo el día.

- Kate Bishop. - la característica voz se escuchó a sus espaldas, casi recreando su primer encuentro. Solo que esta vez no la tomó por sorpresa, notó la ventana abierta desde que cruzó la puerta.

- ¿Qué haces aqui? - dejó su mochila sobre la mesa sin siquiera voltearse.

- Buenas noches para ti también.

- Si vienes a buscar macarrones, lamento decirte que hiciste la ultima caja la otra noche. - aun no la miraba, se centraba en buscar algo en su mochila, algo inexistente.

- Lo se, por eso traje pizza.

Kate movió un poco la mirada para descubrir una caja de pizza sobre la mesa. Pero se sorprendió al ver que no era de las que vendían debajo de su casa, era de su pizzería favorita, a unas calles de aquí. ¿Como... Claro, es una Viuda.

- ¿Que haces aqui? - volvió a preguntar, esta vez si girandose a verla.

Intentó esconder su sorpresa al ver que el casi perfecto rostro que esperaba encontrar, estaba lleno de cortes y moretones. No era ajena a las situaciones en las que solía meterse la rubia, pero estaba claro que para llegar a causarle esas lesiones debió de haber peleado con alguien bastante duro y bien entrenado. Alguien mucho mas peligroso que una chica que solo usa dos palos y una cuerda como arma.

Se preocupó, pero no podía ni quería demostrarlo. Lo que sea que le hayan hecho, quizas lo tenía merecido. Y si Yelena podía estar como si nada, irrumpiendo en su casa con una pizza, luego de eso. Era suficiente para suponer que se encontraba bien.

- ¿Esperándote para comer? Pensé que era obvio...

- ¿No tienes mas trabajo?¿O estas aqui para evitar que te impida matar a alguien más?

La rubia la miró sorprendida, no ofendida por su comentario, sino confundida por su actitud. Esa no era la Kate con la que charló hace unas noches atrás, ni quien en medio de una pelea la invitó por un trago.

- ¿Por qué tan a la defensiva, Kate Bishop?

- Porque si bajas la guardia te apuñalan por la espalda, aunque eso deberías saberlo.

La verdad es que la pelinegra estaba cansada, cansada de que fueran linda con ella solo para correrla del camino, para evitar que fuera un estorbo. Lo había hecho Yelena esa primer noche que fue a su apartamento, con los macarrones, la charla, la noche de chicas, solo quería que le dejara via libre para matar a Clint.