¿A quién rescatamos? Pt. IV

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Cuando volvió a ingresar al local, Yelena encontró a la chica que trabajaba ahi, sentada en la puerta del baño. Quien se levantó rapidamente al verla acercarse.

- No abrió, pero está ahi. Parece estar bien.

- Gracias. - medio sonrió, la chica asintió y se fue. La rubia se acercó a golpear la puerta. - ¿Flechitas? Soy yo. Ya esta, puedes salir. - la puerta se abrió lentamente. - ¿Como estas?

- Cansada. - susurró.

Ambas se dirigieron a la parte delantera del local y mientras Kate inspeccionaba el lugar vacío, Yelena se acercó al mostrador, le dió unas cuantas indicaciones a la chica, se disculpó y se volvió a la arquera con tres botellas mas de agua.

- Ya no estas en peligro. - le extendió agua. La pelinegra volvió su mirada hacia ella.

- ¿Los mataste? - preguntó, no sorprendida, ni enojada, ni triste. Solo curiosa.

- No. - su respuesta fue demasiado inmediata, lo que confundió más a Kate. - Pero tenemos que irnos. - tomó su mano y la arrastró hasta una salida lateral.

- ¿Qué pasó con el auto? - preguntó, habia escuchado que ya no estaba.

- A veces los ladrones son utiles, deje las llaves puestas y en 15 minutos ya no estaba.

- ¿Y en que nos vamos? - la rubia agitó unas llaves frente a ella en lo que abría la puerta. Kate la miró confundida y Yelena se giró a ver a la chica que se encontraba detras del mostrador, una tímida linea ligeramente curveada en su rostro mientras saludaba con la mano. La pelinegra dejó salir una pequeña risa.

- ¿Qué? - rió tambien.

- Nada. - negó divertida mientras se ponía los lentes de sol.

Caminaron en silencio hasta la camioneta y una vez que comenzaron su camino de nuevo a la carretera, Kate se dio cuenta del cambio de humor de la espía.

- Eres muy buena actriz.

- ¿Ah?

- ¿Llorar por mi muerte? Wow. Eso si es talento. - dijo sorprendida logrando que Yelena riera junto a ella. - Eso si parecía ser sed de venganza.

- Que te puedo decir, buena actriz. ¿No? - encogió los hombros.

- Si... Y despues de "encargarte". - hizo el gesto con sus manos. - Un Óscar por decir lo menos.

- ¿Qué? - la miró esta vez más confundida.

- Escuché el disparo. Un solo y efectivo disparo. Y dado que no tienes mas sangre que la mia en tu ropa, puedo suponer que no fue dirigido a ti.

- Ya te dije que no maté a nadie. - sus ojos se mantuvieron en la carretera.

- Sabrás actuar, pero yo se cuando mientes. Se que no mataste a nadie, pero tambien se que hay una razón por la que no lo hiciste y no me lo quieres decir.

- En este momento lo importante es que te recuperes. No nos molestaran mas, mejor descansa. Nada de lo que viene será más fácil.

- ¿Crees que no lo se? Pero cómo quieres que sepa a lo que me voy a enfrentar si no me dices algo que, claramente, es importante. - ojos imploraban por una respuesta, pero Yelena no hizo esfuerzo alguno por inmutarse. - Eres igual a Clint.

Esta vez volteó, pero Kate y ni siquiera un experto en lenguaje corporal podria decir que reflejaban esos ojos verdes.

- A diferencia de él. - dijo seria. - Yo si intento protegerte.

- ¿De qué? - sonó mas a un ruego que a una pregunta. Sus miradas se desconectaron y eso fue todo.

Otra vez el silencio inundó el ambiente, no era incómodo, porque ambas estaban lo demasiado enojadas o conmocionadas como para darle importancia a eso. Un par de minutos mas y el sueño venció a la arquera. Yelena por su parte, tenía una lucha interna, solo quería llegar a destino para encargarse de todo esto.

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