Marvel || One Shots

¿A quién rescatamos? Pt. II

La espía llegó a la cuidad al rededor de las 9:00 am, pero le llevó unos 40 minutos llegar al aeropuerto. No es fácil encontrar un lugar donde aterrizar un Quinjet en esta ciudad. 

Sintió vergüenza del poco tiempo que le llevó encontrar a Kate Bishop. Ni bien cruzó la puerta, su atención cayó sobre una silueta recostada sobre tres sillas en el area de espera, y aunque con una gorra y anteojos de sol cubriendo practicamente toda su cara, la cabellera negra y tan larga que rozaba el piso, era inconfundible. Claro, no es que el color morado de su playera o zapatillas le diera algún indicio.

- El bajo perfil no es lo tuyo ¿verdad, Kate Bishop?

Unos adormilados ojos azules se abrieron, solo para volver a cerrarse.

- Dijiste que ibas a llegar rápido.

- Dije que no prometía nada, y tambien te dije que nos encontraríamos a las 10:00. ¿Me quieres explicar por que acaba de llegar un avión de Nueva York a las 9:45 am?

- Ese estaba lleno. - se defendió débilmente, sin siquiera moverse.

- Claro. Muévete Bishop. - golpeó su pierna, provocando un gruñido de la pelinegra pero que rápidamente se sentó. - ¿Viste algo raro desde que llegaste? Digo, antes de dormir como si estuvieras en un hotel 5 estrellas.

- Pues perdoname por no disfrutar los vuelos ¿okay? Y si. - pasó su puño por sus ojos para enfocar su mirada en la puerta. - La salida a las 2. - Yelena tomó asiento a su lado para tener una vista periferica de ese lugar, pero sin mirar directamente hacia allí. - Hicieron cambio de guardia a las 8:00 am, en todas las puertas, él no cambió.

- Quizas esta cubriendo doble turno.

- Hubo un robo hace una hora, en ese local rosa. - Kate se acomodó mejor en la silla mirando hacia dicho lugar, Yelena siguió su mirada disimuladamente. - El ladron huyó por esa salida y no lo persiguió, dejó que otro hombre de seguridad vaya tras él.

- ¿Alguien tiene que quedarse por si hay otro ladrón? - pensó en todas las posibles explicaciones. La arquera se acercó, lo suficiente para susurrar en su oído y que sus labios no puedan ser leidos a la distancia. - ¿Qué haces?

- Dime ¿nos esta mirando? 

La rubia miró directamente hacia él, sus miradas se cruzaron por menos de un segundo antes de que él desviara la mirada. 

- Ajá.

- Lo ha hecho desde que llegué aqui. 

- Bien, Kate Bishop. - se puso de pie para mirar a la arquera. - Felicitaciones, haz descubierto que el guardia de seguridad es un pervertido. Buena observación. Ahora salgamos de aqui. 

- ¿No me crees? - dijo poniendose de pie junto a ella.

- Oh no. Si te creo. Pero todo eso no significa que esté aqui por ti. O no con intenciones de matarte al menos.

- Iugh. 

Comenzaron a caminar hacia dicha salida.

- Buenos dias, señorita. ¿Disfruto su viaje? - el hombre de seguridad se dirigió hacia Kate.

- Si, muchas gracias. - sonrió forzadamente.

- ¿Quiere que le ayude a llevar sus cosas a su vehículo? - se ofreció acercando sus manos al abrigo y mochila de la pelinegra, a lo cual Yelena se interpuso con una sonrisa.

- No, gracias. Estamos bien. - tomó la mano de Kate y la arrastró fuera del aeropuerto.

Ninguna dijo nada durante su salida. Ya en el estacionamiento, Yelena buscaba el auto que Rick había dejado para ella aqui. Al encontrar el descapotable, saco una mochila del maletero y se subió en el lado del conductor.