Capitulo 7

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Disclaimer: los personajes de Hetalia no me pertenecen, si no a Hima-Papa, tampoco los 2p de países, la lectora se pertenece así misma y a Matt :3

Corrías sin parar, el aliento escapaba de tu ser en forma de una nube blanca, las piernas te ardían como si no hubiera un mañana, debajo de tus pies podías escuchar crujir las hojas secas, sentías que algo se acercaba detrás de ti, el peligro se acercaba cada vez mas, antes de darte cuenta ya estabas en el suelo con un gran oso polar sobre ti rugiendote.

Te congelaste por completo, tu voz se había quedado atrapada en tu garganta, no sabias que hacer, el miedo te tenia paralizada sin oportunidad de pensar en alguna solución, solo te preguntabas como es que te encontrabas en esta situación.

Como Matt había decidido volver a su casa por trabajo, cual no quiso decirte que era, habías conseguido su dirección -claro le preguntaste- y decidiste hacerle una visita sorpresa y esta acabo con que fueras la cena de un oso.

-Kumajiro- una voz resonó atrás del oso y este volteo a ver a su dueño, se alejo lentamente de ti, agradecida porque te quitaran al oso de encima, miraste en dirección a donde el oso iba, abriste la boca a mas no poder al saber quien era su dueño.

-Matt- musitaste sin quitarle la mirada de encima, al parecer este te oyó porque inmediatamente fijo su vista en ti, frunció su ceño y se acerco a ti tendiéndote una mano.

-¿Que haces aquí?- digamos que para definir su enojo con esa palabra se queda corta, tomaste su mano apenada y te ayudo a levantarte aun sin quitarte la vista de encima, ahora ya no temblabas de miedo por el oso si no por el rubio que estaba frente a ti.

-yo q-quería d-darte una p-pequeña s-sorpresa- tartamudeaste mirándote los pies nerviosa, escuchaste sus pisadas comenzaba a caminar y sentiste un jalón lo que significaba que te llevaba con el.

-ya esta oscuro sera mejor que nos vayamos- menciono caminando sin soltarte.

Todo el camino a la casa del canadiense fue silencioso, su casa era una cabaña de dos pisos de madera, muy pintoresca y linda, cuando entraron era mas ordenado de lo que pensabas, mirabas por todos lados, Matt trato de utilizar tu distracción por lo que intentaba escapar.

-que linda es tu casa Matty- antes de que pudiera hacerlo tu giraste a mirarlo en ese momento, tus ojos se abrieron a mas no poder, llevaste ambas manos a la boca y corriste prácticamente hacia el -¿Que te sucedió?- gritaste mientras fijabas tu mirada en las manchas rojas que salpicaban su hermosa piel pálida, su camisa se encontraba en el mismo estado.

-estaba trabajando- murmuro tratando de alejarse, relajaste tu expresión al ver que no era su sangre, tomaste sus manos y lo miraste directamente a los ojos, jalaste la manga de tu suéter que estaba manchado de barro, llevaste la parte limpia a su rostro y limpias con delicadeza, lo que lo sorprendió pero se dejo limpiar.

-Matt sera mejor que tomes un baño, la sangre no se ira con solo pasar la manga de mi suéter- lo miraste y le dedicaste una dulce sonrisa -sea en lo que trabajas y no quieres decirme, no lo digas estaré a tu lado todo el tiempo que necesites- posaste tu mano sobre su mejilla pero la retiraste rápidamente al ver que lo manchabas de barro.

-tu también necesitas un baño- te dedico una sonrisa pervertida, por lo que sonrojada le golpeaste el pecho, Matt se empezó a reír y después se fue a bañar, un sonido te distrajo y miraste que en la puerta se encontraba el oso del canadiense, pudiste notar que todo su pelaje estaba cubierto de barro y sangre.

-¿y ahora que hago contigo?- lo miraste pensativa, el oso también te dedico una mirada e hizo un movimiento con su cabeza, lo tomaste como un sígueme y eso hiciste, el llego al patio trasero donde había una tina enorme, a lado de la manguera, empezaste a llenarla, en oso salto dentro de ella, como tienes un corazón sensible sin importar el frió empezaste a bañarlo, así retirándolo toda la mugre, para cuando Matt había salido del baño tu estabas enfrente de la puerta -sin entrar a la casa porque no querías ensuciar nada- empapada has y temblando, te indico que entraras y fuiste al baño a tomar una ducha de agua caliente..

-¿Que piensas Kuma? yo creo que es hora de que le diga en que trabajo, solo espero que lo acepte- dijo el rubio hablando con el gran oso que se encontraba enfrente de la chimenea.

He aquí un nuevo capitulo y les haré una pregunta ¿A quien prefieren a Italia o Romano? ewe






Admirador Secreto (2pCanadá x Reader)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora