Yo te cuido

Clases extra

Era una tarde bastante atareada, las calles abarrotadas de gente que caminaba de aquí allá y de niños que corrían atolondradamente. Entre toda la multitud se distinguía una gorra verde que saltaba de lado a lado y ocasionalmente frenaba. 

Miriam corría y esquivaba con la destreza que le permitían sus piernas, llegaba tarde a su cita con Mei, cita de estudios claro.  Por primera vez en tanto tiempo sus atajos estaban bloqueados, al parecer un pequeño festival se llevaba a cabo a pocas cuadras de la casa de Mei y también era el culpable de la presencia de tanta gente. 

_ Maldición justo hoy, de todos los días _ refunfuñaba la castaña

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En el santuario reinaba la tranquilidad, Ming se encontraba sentada en la sala disfrutando de una película. Por otro lado, en el cuarto que Mei, ella se apresuraba en limpiar su habitación, no es que es no lo estuviera, pero hoy debía estar impecable. 

Mei sale velozmente de su cuarto con una bolsa de repleta de papeles y dibujos.  

_Mei, hija no corras tan rápido, te vas a caer _ exclamaba Ming casi como una profecía, porque a los pocos segundos de acabada la frase Mei se tropezó con la alfombra de la sala. El sonido de vidrio quebrándose fue la alerta que Ming necesitaba, al voltear y ver el desastre un semblante de preocupación apareció en su rostro e inmediatamente se paró. 

_ Nooo, mi pobre....mi pobre

_ Tranquila mamá, estoy bien

_ Mi pobre jarrón _ sollozaba Ming mientras se acercaba a los pedazos de porcelana que estaban regados por el piso. 

_ Si ma, estoy perfecta no me corté por si te interesa saber _ dijo Mei sarcasticamente

Ming recogía los pedazos del florero.

_ Oh lo siento hija, pero nuestra familia es practicamente indestructible, ya sabes, por el panda; tendría más miedo por lo que le fuera a suceder a quien te haga enojar. 

Por un momento Mei sintió un escalofrío subir por su espalda, estaba bastante segura que su madre no sabía sobre el incidente con los matones, pero con su madre nunca se sabe. 

_ Siiiii..que pena no.....mmm.. bueno creo que es hora de regresar a mi cuarto _ la menor se levantó rápidamente  tratando de escabullirse del desastre

_ Oh claro que no, lo rompiste y ahora lo arreglas _ Ming decretó con voz autoritaria

Mei entraba a su habitación con un montón de trozos de porcelana y con desgano los esparció sobre su ecritorio, la tarea sería tediosa y larga. 

_Ugh _ Mei se rescostó sobre su asiento mirando hacia el techo y en una mirada fugaz alcanzó a leer la hora en el reloj detrás de ella _ Ya es tarde ¿Dónde está Mir? 

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Miriam aún corría entre las personas, ya estaba a pocas cuadras. Hasta ahora había esquivado con éxito a cada pequeño ser que se le atravesaba, pero la suerte se acabó cuando dos niños le cerraron el paso y Mir pensó que dar un gran salto sobre ellos parecía un buen plan, plan que hubiera funcionado si fuera una atleta. 

Unos segundos más tarde la castaña se encontraba en el piso junto a la persona que había tacleado en su salto olímpico. Mir se retorcía en el piso, mientras intentaba levantarse. 

_ Auch, eso dejará marca _ la castaña se levantó, limpiaba su ropa y en el proceso una voz familiar se quejaba en el piso.

_ Espero que tengas una buena explicación para abalanzarte sobre las personas  en la calle