No importa que tan lejos estaremos, siempre te recordaré con una sonrisa.
Confiaste el destino en mi aunque no pudiera hacer nada, ¿debería agradecerlo?
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Gohan x Shin
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Fue un día bastante largo. El Supremo kaio ya se había ido a su planeta dejándome solo junto a aquel árbol, no puedo dejar de pensar en la razón por la que me visita tan seguido, aunque debería agradecerlo, aveces con su presencia puedo tranquilizarme un poco y olvidarme de la escuela, gran parte del tiempo es fácil para mi pero si me estreso por una razón u otra.
En fin, siento que si siguiera aquí el estaría leyendo mi mente ¿será raro para el que piense tanto en todo esto? Digo, no pienso cosas malas sobre el, no podría hacerlo. Con tantas cosas esta comenzando a darme algo de sueño.
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El joven guerrero se levantó finalmente del suelo para caminar a su casa soltando un gran bostezo en el proceso, solo quería descansar lo que quedaba de la tarde y dormir temprano, ya había terminado con sus deberes así que no tenía algo de lo que preocuparse. Gohan estaba decidido en ir a su habitación para dormir cuando pudo escuchar un ruido algo escandaloso que provenía de su estómago, cosa que terminó escuchando su madre.
—No se preocupen, en unos minutos más terminaré la comida.— dijo Milk sirviendo algo de arroz en unos platos, los cuales eran para el pequeño goten y aquel adolescente que se encontraba en el marco de la puerta que daba entrada a la cocina.
El mayor solo se dedico a soltar una ligera risa y se sentó junto a su hermano en el comedor.
Al terminar de comer gohan se levantó de aquella silla para dirigirse al lavaplatos y limpiar todo lo que el había ensuciado, mientras hacía esto escuchaba la platica de su madre bastante interesado.
—Oye, Gohan.— interrumpió un momento el pequeño niño.
—¿Qué ocurre?— preguntó curioso mientras dejaba el último plato secando.
—¿Qué era lo lindo hace rato? Cuando estaban tú y el Supremo kaio afuera.—
Al parecer había olvidado completamente ese detalle, Gohan solo pudo tragar saliva mientras en su cabeza inventaba cualquier excusa o intentaba recordar que había alrededor de ellos para mencionarlo, lamentablemente lo único que se le venía a la cabeza en ese momento era la pequeña figura de aquel ser. En ese mismo instante un ligero rubor llegó a sus mejillas, el joven sabía esto por lo que sacudió su cabeza un par de veces intentando olvidar eso.
—Pues...solo estaba hablando del paisaje, ya sabes, todo aquí es muy lindo.— decía desviando la mirada pues entre más veía a los que estaban en el comedor más nervioso se ponía.
—¿De que me estoy perdiendo exactamente?- preguntó la madre de gohan algo confundida.—¿Estás bien gohan? ¿Estás enfermo o algo?- decía preocupada pues no le parecía normal como había comenzado a actuar el chico.
—Estoy bien mamá, solo ehhh...— ya no tenía más nada para decir. —Mejor voy a ir a descansar, la tarea me dejo muy agotado.— se acercó a su hermanito para revolver sus cabellos y a su madre para darle un pequeño beso en la frente. —Buenas noches.—
Ya estaba en su cama, sin preocupaciones, sin preguntas, nada. Solo el y su suave y cálida cama. El Saiyajin decidió acomodarse entre las cobijas y acomodar con cuidado su cabeza sobre la suave almohada, dando un último suspiro antes de caer en los brazos de Morfeo. Todo parecía ser oscuridad hasta que a lo lejos logró escuchar el sonido que hacen los pájaros en las mañanas, con un par de quejidos comenzó a abrir los ojos lentamente logrando divisar un cielo ¿violeta? Al igual que un par de lunas extras. Estaba algo confundido, ¿Dónde estaba? ¿Cómo terminó en aquel lugar? ¿Por qué sentía un poco de peso en uno de sus brazos? Volteo a ver su brazo derecho cuando pudo ver ¡¿A SHIN?!
Al parecer el Supremo Kaiosama se encontraba durmiendo al lado de gohan, se veía bastante cómodo. Ahora la pregunta era ¿En que momento? No recordaba haberle pedido a Shin que lo llevara a ese lugar o verlo después de ayer. De tanto movimiento que hacía el chico terminó despertando al que se encontraba a su lado, le daba una sensación extraña el intentar hablar en ese momento por lo que solo pudo observar con detenimiento cada movimiento del contrario. El de baja estatura al ya estar completamente despierto dirigió su vista al joven guerrero regalandole una pequeña sonrisa.
—Fue una larga siesta ¿cierto?— dijo con una leve risita. —¿Qué pasa? ¿No dormiste bien?— se acercó un poco más al rostro de gohan y comenzó a jugar con un pequeño mechón de cabello de gohan, el que pegaba con su frente exactamente.
—N-No, es que...yo...— no podía ni siquiera hablar de lo confundido que estaba, encima el tener tan cerca al contrario le hacía sentir más inquieto.
—Algo esta mal aquí.— se levantó de su lugar soltando un suspiro pesado.
Gohan cerró los ojos agradecido de que el de piel morada ya no estuviera tan cerca de su rostro cuando pudo sentir algo de peso sobre sus piernas, lo cual provocó que se asombrará bastante, pues aquel peso era porque el Supremo kaio se había sentado en ellas, quedando frente al Saiyan.
—Tendrás que decirme que es.— le dijo con un leve susurro al oído para después recostar su cabeza sobre el hombro izquierdo del pelinegro.
No, eso no podía estar pasando estaba seguro, por más real que parezca todo era una broma...o un sueño.
El chico se levantó con el corazón latiendo a mil por hora, todo había sido un simple sueño, ¿Por qué le afectaba tanto?
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