Ateez: SeongSang

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Para él siempre fue algo difícil reconocer lo que sentía, no sabía que provocaba sus subidas o bajadas de ánimo, Seonghwa solo vivía sin preocuparse mucho por ello, pero habían veces que si debía detenerse, ver qué era lo que pasaba a su alrededor para que su cabeza dejara de molestarlo.

Sentir atracción hacia alguien era extraño, en su diario vivir no había nadie que le llamara la atención a tal punto que luego de su última relación no había besado a nadie en años, claro conocía gente bonita e interesante, pero nadie que le moviera el piso, aunque eso cambio al momento que se volvió un poco más cercano a Yeosang. Su relación era de amigos, pero de estos que son para pasar un buen rato, solo hablaban cuando su grupo se juntaba y ambos estaban bien con eso.

Yeosang era como una briza fría cuando el sol te está ahogando y a la vez puede ser esa misma briza cuando está lloviendo la cual termina por congelarte, ambos lados de la moneda y eso le gustaba, al principio solo le pareció llamativo, aunque de a poco empezó a sentirse diferente a su alrededor.

Era difícil saber que realmente pasaba en su cabeza, ¿cómo saber si te gusta alguien? Era la pregunta que tenía en la cabeza, la relaciones siempre se le hicieron complicadas más que nada por inseguridades propias, así que ponerse a pensar de una forma "romántica" le complicaba realmente la existencia, por eso mismo se negaba a creer que sentía algún tipo de atracción hacia Yeosang, para él era admiración y buena química.

Con este pensamiento duró varios meses, hasta que de apoco las cosas se fueron dando diferente, Yeosang se le fue acercando, nada incomodo todo fluía de una forma muy natural y eso le gustaba además de espantarlo, como podía decirle a su cabeza que sólo admiraba a Yeosang si cada vez que se acercaba se sentía enormemente feliz, como se podía convencerse de que no lo quería de otra forma si su mismo cuerpo lo traicionaba.

Llego al límite que, si Yeosang no lo saludaba se sentía algo mal por ello y claro que se sentía tonto, ellos solo eran amigos o mejor dicho conocidos, conocidos que si hacía mucho frio fuera de un bar se abrazaban mientras que esperaban que sus amigos terminaran de fumar, conocidos que se sentaban siempre juntos y algún punto de su cuerpo siempre se tenía que tocar, conocidos, se seguía diciendo Seonghwa cada vez que lo veía.

Al principio se dijo que eran coincidencia, Yeosang solo se sentaba a su lado porque no había más lugar, lo abrazaba porque los demás estaban fumando y a él no le gustaba el olor, se mantenían juntos porque el rubio quería hablarle y con la música no podían entenderse, solo eso, coincidencias.

Luego de que el metiche de Wooyoung lo atrapara viéndolo y que este le dijera que lo hicieran oficial que eran muy obvios, se dio cuenta que quizás no era como él pensaba.

Aun así, se culpó a sí mismo y se cuestionó que quizás estaba invadiendo el espacio del rubio sin darse cuenta, quizás lo incomodaba y no se había dado cuenta, por ello tomó cartas en el asunto y se propuso controlar sus impulsos de estar cerca de Yeosang.

Después de todo el supuestamente era heterosexual, aunque más de una vez hablo el tema de su orientación con sus amigos él nunca había estado con un chico, pero tampoco le desagradaba la idea, aunque en su cabeza se decía que si no había estado con un chico seguía siendo heterosexual. Wooyoung ya varias veces lo había intentado convencer que no era así, pero Seonghwa era muy testarudo y más cuando no entendía lo que realmente pasaba en su cabeza.

Al salir el sábado como era costumbre, Wooyoung se dio cuenta de la poca y nada disimulada distancia que estaba tomando Seonghwa de Yeosang, así que decidió hacer algo. Propuso que en vez de salir a un bar se fueran a su departamento, un lugar algo pequeño así dejando pocas posibilidades que estuvieran muy separados.

Tentácion "Ateez"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora