12

434 72 52
                                    

Hoy estoy algo desanimada, pero queria actualizar de todas maneras, aunque me ha costado mucho terminar el capítulo.
No suelo decir mucho, pero me creo que me haría feliz si me regalan un comentario si les gusta lo que leen, creo que realmente me ayuda mucho escribir, sobre todo si siento que es interesante para alguien más.
Las tkm aunque no sepa quienes son.

°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°

Un estruendoso ruido puso en alerta los entrenados sentidos de Taehyung.

Se levantó a correr la cortina para mirar si todavía era de noche, ignorando el despertador que tenía justo al lado de la cama.

Cuatro y media, todavía debo estar dormido.

Bajó sigiloso por las escaleras, dispuesto a enfrentarse a quien fuera, aunque dudaba fuertemente que alguien quisiera entrar a esa hermética propiedad llena de aparatos de seguridad.

Hoseok estaba con las luces apagadas, iluminando su rostro sólo con el brillo de la pantalla de su celular.

— ¿Hoseok? — dijo acercándose — ¿qué haces? ¿Qué fue ese ruido?

— Ah, es que, me levanté medio dormido y creí que esta silla — dijo apuntando al objeto junto a él — era como la mecedora que tengo en casa. Pero no lo era, así que me caí intentando balancearme.

Taehyung no sabía si estaba soñando o era real ese extraño comportamiento de Hoseok.

— ¿...Q...?

— Ahora estoy buscando en Internet la misma que está en mi habitación, si la compro ahora, tal vez mañana mismo puedan traerla — comentó con toda normalidad.

— ¿Sabes la hora que es? — preguntó Taehyung todavía confundido.

— No, ¿qué importa?

Aquel joven estaba totalmente absorto en su objetivo.

El cuidador se acercó arrastrando las pantuflas, inclinándose hacia la brillante pantalla justo en frente del hombro de Hoseok.

— ¿Para qué vas a comprar a ese precio una porquería como esa?

Desde afuera, aquellos diálogos parecían tan incoherentes como la situación misma.

— ¿A qué te refieres? — preguntó el comprador, quitando la vista de la pantalla para mirar a su chaperón.

— Puedo hacer una silla mejor que esa, definitivamente mejor, y te aseguro que te durará toda la vida.

La seguridad y determinación de Taehyung eran producto de una borrachera de sueño. No estaba despierto, no estaba dormido, sino en una dimensión intermedia donde se comportaba como él mismo. Su yo real se negaba a comportarse con la formalidad del trabajo, y se expresaba con naturalidad sin importarle que nunca había mostrado una actitud así de cercana con esa persona que ahora estaba tan cerca suyo.

— ¿Es en serio? — preguntó Hoseok, sinceramente considerando el aceptar la reciente propuesta.

— Sí, pero ya vamos a dormir, mañana veremos.

Al día siguiente tomaron el auto y fueron hasta una enorme tienda de artículos de construcción. Aunque Taehyung hubiese preferido que su acompañante se subiera en el asiento de atrás, no podía negar haber disfrutado el viaje junto a él esa tarde soleada.

No sabía en qué momento se había comprometido a construirle a Hoseok una silla mecedora, pero no se retractaría, después de todo, ninguno de los dos tenía nada qué hacer durante esas semanas que llevaban ocultos en la casa de Daegu.

Efecto Mariposa || YoonminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora