18

363 55 15
                                    

— Seokjin, perdóname.

— Vete a la mierda. No me dirijas la maldita palabra.

— Sé que lo arruiné todo, pero-

— Pero nada, es que eres un idiota incontrolable, eres un verdadero animal. ¡Tiraste todo a la mierda!

— No, no, escucha lo que tengo que decirte.

Seokjin tomó un palillo y lo metió bajo su yeso para rascarse el brazo.

Había llegado al hospital la noche de la fiesta luego de haber tropezado en las escaleras, lo que le valió una fractura en la muñeca. Yoongi no supo de aquello hasta que lo llamó al día siguiente después de salir del hotel.

— Habla antes que te apuñale con esto — dijo blandiendo el palillo en el aire.

Solía ser un tipo tranquilo y de pocas palabras, por lo que su compañero notó de inmediato su evidente molestia, y con toda razón.

— Hansoo me llamó ayer.

La piel entre las cejas de Jin se arrugó.

— Dice que tiene algo para nosotros.

— ¿No te dijo nada más?

— Es de parte del amante de Park Kangmuk.

El palillo fue dejado violentamente sobre la mesa.

— ¿Su amante?

— Dijo que no quería revelar su identidad todavía, pero que dejó una  carta donde contaba todo lo que sabía.

— ¿Crees que sea real?

— No veo por qué debería mentirnos, no tiene ninguna necesidad.

— Entonces, ¿vamos a su club o qué?

En el camino no hablaron mucho. Yoongi se deshacía en disculpas, pero sabía muy en el fondo que no tenía excusas para haber dejado tirado a su eterno compañero, el que aguantaba todas sus rabietas, cuestionables ocurrencias, y sobre todo su explosiva forma de reaccionar.

Hansoo pensaba todo muy bien antes de decirlo, no quería meterse en un problema del que no podría salir, por lo que aceptó recibir y entregar la carta a cambio de que no lo metieran más en todo ese asunto de los Park, los hoteles y los jóvenes.

Pronto las hojas que contenía el sobre se encontraron desparramadas en la mesa. Seokjin sostenía la última de ellas con su mano derecha enyesada, mientras que en la otra tenía el vaso desde el que tomaba bebida.

Yoongi se atragantaba con papas fritas frente a él.

"Park está asustado, tanto que ha decidido esconderme una vez más. Antes no fui capaz de darme cuenta de la oscuridad que lo rodea, porque creía amarlo, pero ahora puedo ver que estaba equivocado, y que la codicia me cegó, sin dejarme ver que lo que hizo conmigo hace diez años fue abusar de mi vulnerabilidad e inmadurez.

No me creí capaz de decir en voz alta todo lo que escribí en estas páginas, pero planeo hacerlo. Es por eso que les pido que nos veamos en la dirección que dejaré abajo, el día diez de julio por la tarde.

Kangmuk nunca se queda a dormir, eso nos asegura que no estará presente cuando baje el sol."

Tomó otro sorbo mientras leía las indicaciones.

— La dirección es en Daegu.

— ¿Daegu? Ah, tendremos que conseguir un auto.

— No te preocupes, lo resolveremos. Estamos cada vez más cerca.

Efecto Mariposa || YoonminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora