No sé. Pero se todo. Y me aburre, me hace sentir inútil, fuera de lugar. No se que hacer para sentirme bien, sentir algo que me haga pensar "esto es vivir". Y no me refiero a un viaje, salir con amigos o hacer algo a lo que sumar a la pila de recuerdos. Porque no lo siento, no siento las vibras de la vida, de la gente. "Simples piezas de ajedrez". Cuando las mueves, las sientes en tus dedos, pero ya no puedo. Sólo me siento como algo extraño, o al menos era como lo veía antes. Porque ahora, sólo puedo ahogarme en mi laguna de sangre, retrocediendo hasta ser nada.
«No soy un puzzle, soy una idea de puzzle sin crear. Por eso siento que me falta algo más que simples piezas.»
Estoy atrapada en ese tétrico escenario que creé con mis ansiedades, dolores y pesares. Un pequeño charco tan oscuro como profundo lleno de largas algas onduladas y tristes reclamandome en sus entrañas. No veo horizontes, ni luz, ni oxígeno. Ni vida. Como una mota de polvo en el gran cielo, entre las nubes. Sintiéndose libre al saber que caerá y se desintegrará. Una falsa esperanza de sentirse algo antes de desaparecer. Es muy aburrido todo. Ponme mis miedos y a mi en una misma habitación
«Saldrán pronto de mí cuando vean que estoy sola»
Porque no es un miedo normal, porque tiene piel áspera llena de cicatrices abiertas, porque tiene unos ojos vacíos y devastados del paso de tantas lágrimas agrias, y porque tiene una mente...Una mente que le araña el alma, las fuerzas y la vida. No puedo unir puntos, no puedo entrelazar nada. Porque se lía más, el nudo se hace cada vez más grande. Me agota ser y no ser algo, no estoy definida, no consigo quedarme con un color, una fragancia, una voz, una persona. Y me río, joder. Me río porque no puedo hacer más. Porque porque porque porque porque porque porque y nada más. Porque de una profundización sale otra, otra y otra. Y me pierdo hasta no querer volver a encontrarme.
«Cogeme del cuello y asfixiame, lanzare mi última risa aún con los ojos devorados por el miedo y el daño»
Me voy a pintar los labios, lo hago cada vez que no estoy bien. Me voy a pintar los labios gruesos y rojos, voy a hacerme una sombra hasta que tape a la verdadera, le añadiré colores y brillo. Unas largas pero desordenadas pestañas. Para que me pesen, para que me recuerden que tengo que maquillarme todos los días a todas horas para estar frente a los demás, para formar parte del mundo. Y ya no hablo de un maquillaje que se compra, sino de la máscara que nos ponemos para sobrevivir entre todo esto. La máscara que ven los demás, la máscara que te permite enseñar lo que quieres cuando quieres y a quien quieres. Porque así funciona. Manipulamos, movemos ficha para poder movernos nosotros y llegar a algún punto.
«Manipulemos el tablero»
Me aburro en mi, el las personas, en el mundo.
«Descansa antes de que vengan y te destrocen aún más»

ESTÁS LEYENDO
Salvarme o morir
No FicciónPodremos encontrar fragmentos desordenados, vastos y realistas de pequeñas partes del dolor humano. Depresion, ¿te suena? Pensamientos se me cruzan, dolencias y roturas emocionales. Ojala no te sientas identificado.