Baby Gilbert (The Vampire Diaries)

XII

POV de Rosanne

Estaba en mi habitación, he estado en la casa todo el día desde que Katherine obligó a la tía Jenna a dormir.

Estaba dibujando en mi habitación cuando se escuchó un silbido.

- ¿Qué estás haciendo aquí? - Una voz familiar llamó mientras jadeaba y sonreía saltando de mi cama.

- ¡DAMMY! - Grité felizmente mientras él sonreía brillantemente cuando abracé su pierna.

Entonces lo solté y le di un puñetazo en la pierna haciéndolo gemir.

- Fuerte para ser un pequeño

- ¡PENSÉ QUE TE HABÍAS... ESTÚPIDO! ¡ESTUVE DESCONSOLADA POR TI!

Sus ojos se suavizaron.

- Me disculpo por eso, debería haber venido a ti en el momento en que no nos íbamos. Tenemos un gran problema

- ¿Qué es?

- Más de 276 vampiros escaparon de la tumba deambulando por el siglo XXI. Tuve que venir a asegúrate de que estés bien y de que no te hayan secuestrado ni nada

- ¿Por qué me secuestrarían?

- Eres un Gilbert por eso, y tu,  pequeño y valioso eres un objetivo perfecto

- Oh... supongo que eso tiene sentido, pero me protegerás, ¿verdad, Dammy?

Él sonrió y se agachó para besarme en la frente.

- Siempre hará deporte, pase lo que pase, ¿estás segura de que no eres Isabella? Porque te pareces mucho a ella

Suspiré.

- Por millonésima vez maldita sea, no soy ella - continué mintiendo a pesar de que debería empezar a decir la verdad porque conociendo a Katherine no va a mantenerlo en secreto por mucho tiempo. Le encanta chismear. Pero Dammy se enfadará si lo descubre y no volverá a hablarme nunca más.

- No respondiste mi primera pregunta, ¿por qué no estabas en la guardería hoy? Pasé por allí primero

- La tía Jenna me estaba mirando hoy. Ahora está durmiendo la siesta

- Oh, supongo que tiene sentido. ¿Quieres hacer algo mientras tanto?

Sonreí.

- ¿Qué sería eso Dammy?

- Escóndite a la manera de los vampiros - sonreí y me reí mientras también aplaudía.

- ¡YAAA! Está bien, me estoy escondiendo  Dammy, y tampoco vayas  hacer trampa usando tus sentidos vampíricos

Él se rió.

- Oh, me conoces tan bien - sonrió.

- ¡Cuenta hasta 100! - Grité mientras se tapaba los ojos y empezaba a contar.

Me reí, recuerdo haber hecho esto cuando antes de que llegara Katherine él siempre me encontraba sin importaba dónde me escondiera, así que sonreí y corrí hacia el bosque mientras él seguía contando arriba. Me escondí un poco lejos de la casa detrás de un árbol.

- ¡100 LISTO O NO AQUÍ VOY! - Damon gritó desde la casa mientras yo rodaba los ojos. Incluso para un vampiro de ninguna manera alguien podría contar tan rápido. Engañó totalmente. De repente escuché pasos y contuve la risa, pero cuando miré hacia arriba para mirar, era Stefan, no Damon.

- ¿Steffie? - Llamé en un susurro cuando la cabeza de Stefan se giró hacia la mía.

- Isabe-, me refiero a Rosanne, ¿qué estás haciendo aquí?

- Dammy y yo estamos jugando a las escondidas, ¿qué estás haciendo aquí?

- Iba a comer algo, sabes que? a Isabella siempre le encantaba jugar aquí cada vez que ella y Damon jugaban al escondite. 

- Necesito que seas sincero, Rosanne - dice Stefan arrodillándose en frente de mí.  

-¿Eres Isabella Salva- -  gruñó antes de que pudiera terminar su frase mientras se dejaba caer al suelo.

Jadeé cuando dos agujas estaban en la parte de atrás de su cuello.

- ¡STEFFIE! - Grité tratando de despertarlo.

- ¿Quién es el niño? - Un par de personas aparecieron.

- Creo que es una Gilbert, Baby Gilbert para ser exactos. La réplica de Isabella Salvatore.

- ¿Es ella importante? - Preguntó mirándome con una sonrisa maliciosa mientras yo estaba temblando.

- Sí, muy importante, oye niña, ahora vas a venir con nosotros

- ¡NO! - Grité corriendo mientras los chicos suspiraban.

- Detras de ella - dice uno de ellos mientras el otro estaba frente a mí en un segundo, lo que me hizo tropezar y caer hacia atrás mientras gritaba con fuerza.

- ¡DAMMY! - Grité mientras me arrastraba hacia atrás alejándome de él, pero un par de manos me agarraron cuando gritaba y forcejeaba.

- ¡DAMMY! ¡STEFFIE! - Grité en voz alta golpeando en el agarre de la persona.

Suspiró irritado mientras me abrazaba con más fuerza y ​​me obligaba a mirarlo a los ojos. Maldiciones por ser la mitad humano.

- Deja de forcejear - me obligó cuando de repente me relajé en su agarre.

- Ahora vámonos - dice llevándome y arrastrando a Stefan.