-¡Este lugar es increíble!- Itachi caminaba por la plaza del pueblo, mirando a todos lados.
-¡cuidado cariño!- exclamó su madre, Itachi había chocado con una persona al no fijarse por dónde caminaba.
-¡lo siento, lo siento!- se inclinó varias veces como disculpa.
-Sii più attento- él señor siguió su camino de largo.
-¿que haremos primero madre?, ¿podemos probar la comida de este lugar? - Itachi se calmó luego de lo sucedido y tomo lugar a un lado de su madre.
-primero a lo que venimos, vayamos a ver a tu abuela- ambos llegaron a una casa de clase media, muy linda en color blanco, tenía muchas flores alrededor y daba un aire a frescura y paz. Tocaron la puerta con un puño y siguiente les abrió una mujer no muy alta, no era flaca ni gorda pero se veía algo cansada, tenía ojeras y unos ojos negros preciosos, no tenía muchas arrugas pero si lo suficiente para saber que era de edad avanzada, se ve que fue muy hermosa en su juventud.
-¡Mi niño! ¡Que grande estas!- la abuela al abrir la puerta se quedo mirando sorprendida a Itachi y sin poder contenerse lo abrazó.
-Abuela te extrañé- Itachi correspondió gustosamente al abrazo.
-Hola madre- saludo Mikoto y la abuela devolvió el saludo con un abrazo.
-pasen, deben estar cansados por el viaje, les daré algo de tomar ¿como se han sentido con este calor? - los tres pasaron e Itachi y Mikoto tomaron asiento.
-Es horrible, nos sentíamos sofocados en el avión- hablaba Mikoto mientras Itachi observaba los cuadros en la pared.
-Créeme que los entiendo, por aquí cerca hay un lago muy bonito, el agua siempre esta fría ¿les parecería ir en algún momento? - la abuela llevaba una bandeja con bebidas y snacks pero Itachi la alcanzó y cargó la bandeja hasta la mesa del centro.
-Claro abuela, ¿dónde pongo las maletas? -
-oh, prepare el cuarto del fondo para ti cariño, yo y tu madre dormiremos juntas- Itachi llevó las maletas a las habitaciones admirando el camino y las mujeres se quedaron solas en la sala.
-Cuéntame ¿como va todo? ¿Lo volviste a ver? - preguntó la abuela.
-Sale en todos los periódicos, esta en boca de todos con su nuevo proyecto de expandir su marca, incluso Itachi me habló de él, no supe que decirle- Mikoto platicaba con mucho nerviosismo mientras bebía.
-Tienes que decírselo, se va a terminar enterando y será peor si no es por ti, que ha pasado con el niño?- la abuela se sentó a un lado de su hija y la abrazó tiernamente.
-No lo sé, no he sabido nada de él, Fugaku lo mantiene alejado de la prensa, es como si no existiera, ni siquiera una foto suya para saber como es- a este punto Mikoto ya estaba llorando.
-Lo volverás a ver, estoy segura, la vida no puede ser tan injusta- El día rápidamente se volvió noche, entre platicas y risas fueron a hacer la cena.
-Comamos, ya deben de estar muy cansados- sugirió la abuela.
-¿Puedo ir afuera a conocer? - preguntó Itachi con inocencia.
-Cariño porque no vas mañana para que puedas descansar del viaje, acuérdate que no puedes sobre-esforzarte el médico dijo que tienes que dormir antes de agotar toda tu energía- fue casi una orden por parte de Mikoto.
-Esta bien... - Itachi terminó su desayuno y fue a su correspondido cuarto, se asomó por la ventana y vio a la gente pasar, Alberobello era un lugar dónde de noche parecía con más vida que por el día, prendió su teléfono esperando encontrar un mensaje por más corto que fuera sobre Sasuke, pero no había ninguno, la barra de notificaciones estaba totalmente vacía, sin más apagó su teléfono y recargo su cabeza en la ventana mientras conciliaba el sueño, poco a poco todo se fue quedando en oscuro y en silencio, Itachi se había dormido.
◾◾◾◾◾◾◾◾◾◾◾◾◾◾◾◾◾
Al día siguiente.
-¡Madara mira que hermoso lugar! ¡Las construcciones!- Izuna iba colgado del brazo de Madara mientras Sasuke iba a un lado de Madara con un espacio de al menos un metro, los tres observaban el lugar, sin duda era maravilloso.
-Izuna cálmate, espantarás a la gente- habló Madara.
-¿Dónde nos hospedaremos? - preguntó Sasuke.
-En un hotel, hice reservaciones para el hotel romantic trulli cabe decir que aquí los hoteles no son grandes o extravagantes como estan acostumbrados a ver- explicó Izuna.
-No tengo problema con eso- respondió Sasuke.
Los tres se fueron al hotel destinado, a decir verdad si era muy chiquito pero bonito, las construcciones eran extrañamente bellas, los atendió un joven de al menos 25 años el cuál los guió a sus habitaciones mientras les contaba sobre el pueblo.
-Alberobello es un municipio de la región italiana de Apulia, famoso por un tipo de construcciones llamadas trullos, son cabañas de piedra caliza encalada y con techumbre en forma de cono, que abundan por cientos en el distrito Rione monti, sobre una colina. El mas grande es el trullo sovrano que tiene dos plantas y data del siglo xvlll. En el museo del territorio caza pezzolla hay muebles y aperos que recrean como era la vida en los trullos siglos atrás. Al suroeste esta la casa rossa, antiguo campo de detención de la segunda guerra mundial...- los tres uchihas oían con atención al guiador hasta que llegaron a sus habitaciones, le pareció extraño que Madara e Izuna compartieran la misma pero no dijo nada, pensó que a lo mejor la habitación que le dieron a él sería la de uno de ellos, entró a su trullo y se durmió hasta la noche.
