ㅤ▸ OO1

2.1K 185 1
                                    

Quince minutos habían pasado desde que Heeseung llegó al departamento de Seorim, pero ella no parecía estar del todo consciente de su presencia allí

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Quince minutos habían pasado desde que Heeseung llegó al departamento de Seorim, pero ella no parecía estar del todo consciente de su presencia allí. Se percató de la mirada que la castaña mantenía mientras observaba la pantalla del celular que sostenía entre sus manos y pudo ver que ella sonreía más de normal.

—¿Hablas con Hayoon? —preguntó, sentándose en el sofá frente a ella, pero Seorim parecía más interesada en aquella conversación.

—Oh, sí.

Normalmente Heeseung prefería no molestarla o entrometerse demasiado en sus asuntos, pero era difícil ignorar el hecho de que Seorim actuaba de manera extraña desde hace varias semanas, así que guardó silencio mientras evitaba ver la sonrisa para nada discreta que adornaba su rostro cuando una nueva notificación hacía vibrar su celular, esforzándose por no preguntar de quién se trataba realmente.

Mientras él se cruzaba de brazos sobre el sofá, escuchó una risa proveniente de la chica, haciéndole llevar su mirada hacia el frente para ver la tonta manera en que aún sonreía viendo la pantalla. Esa visita a su departamento estaba volviéndose algo incómoda.

—Dios, juro que jamás había conocido a alguien tan divertido. —susurró para sí misma antes de dejar el celular a un lado.

—¿Hmm?

—No es nada, Hayoon sólo me contaba algo que le ocurrió ayer mientras paseaba por el centro comercial. —explicó, viendo hacia el techo con una sonrisa. —¿Quieres que prepare algo para la cena o prefieres pedir comida rápida?

—Cualquier cosa está bien. —genial, gracias al repentino cambio de tema, ahora sus ganas de preguntar comenzaban a intensificarse, pero debía mantenerse sereno; él no quería parecer la clase de novio celoso que necesita saber cada cosa que hace su pareja. Al menos no demasiado. —Yo... ¿Hay algo que te tenga preocupada últimamente?

—No, sólo he estado un poco ocupada. —cortante, ella caminó hacia la cocina. —Pero si te deja más tranquilo, este viernes finalizan los exámenes de esta semana, así que tendré algo de tiempo libre para ti. —habló con voz suave, alcanzando la sartén que se encontraba colgada sobre el mueble. —Podemos ir a donde tú quieras.

Optando por no decir nada más, Heeseung se acomodó sobre el sofá, divagando entre atreverse a preguntar o no sobre lo extrañas que se habían puesto las cosas entre ellos, finalmente decidiéndose por no hacerlo, al menos no en ese momento.

Heeseung la conoció hace casi dos años durante un viaje escolar, ella iba en otra escuela, pero de algún modo ellos terminaron juntos gracias a Jay; quien insistió en que quizás podrían hacer una buena pareja, y él tenía razón hasta cierto punto pues conectaron bastante rápido, pero a pesar de todo seguían existiendo demasiadas cosas en las cuales sus ideas solían chocar bastante y eso sólo provocaba tontas discusiones que ninguno quería perder, por lo que a veces pasaban días sin hablarse. Este parecía ser el caso, mas no lo era, pues Heeseung no recordaba haber discutido con Seorim durante los últimos diez días, por lo que su actitud hacia él podía considerarse como extraña. Definitivamente lo era, y él estaba dispuesto a averiguar de qué se trataba todo eso.

—¿Qué piensas sobre ir de visita a casa de Jungwon? Él fue nuestro amigo durante la secundaria y hemos estado hablando últimamente, nos ha invitado a cenar juntos para celebrar nuestro segundo aniversario. —sus labios se presionaron en una línea recta, en espera de una respuesta que nunca llegó, pues ella simplemente salió de la cocina con dos platos llenos de fideos y algunos huevos revueltos encima, acomodándolos sobre la mesa.

—Aún faltan dos meses para nuestro aniversario, Hee. —le recordó Seorim, moviendo una de las sillas para poder sentarse. Creo que sería un poco exagerado celebrarlo ahora, ¿no lo crees también?

—Lo sé, pero extraño a mi amigo, ¿entiendes? Ha pasado al menos un año desde que no nos vemos en persona. —respondió, sentándose junto a ella. —¿No extrañarías a Hayoon si no pudieras verla durante todo ese tiempo? Vamos, ponte en mi lugar al menos una vez, Seo.

Procedió a probar los fideos en completo silencio cuando ella no dijo nada, y para cuando Heeseung quiso decir algo, ella ya estaba abriendo la boca para soltar más estupideces como las que ya tanto acostumbraba a oír. Estaba volviéndose ciertamente insoportable, pero su amor por esa dulce chica que, muy en el fondo él sabía que seguía allí, le impedía decir algo en su contra, aún cuando algo dentro suyo pedía a gritos que por una vez en su vida dejara que su cerebro fuese el que hablara.

—Está bien... ¿En verdad quieres que yo decida? Sólo no quiero iniciar otra discusión, es agotador.

—Lo sé, ¿podemos simplemente llegar a un acuerdo para que pueda regresar a mi departamento? Creo que será algo incómodo si me quedo aquí esta noche, Seo, y realmente necesito descansar un poco. —finalizó, haciéndole soltar una risa a la chica, aunque él en verdad no podía encontrar lo gracioso en sus palabras cuando lo único que quería en ese instante era irse.

—Como sea. —llevó su mirada hacia el plato, masticando despacio para no tener que agregar algo más. —Puedes irte cuando termines, yo iré a dormir. —añadió antes de levantarse, sintiendo algo de culpabilidad. —Buenas noches, Hee.

Él se levantó rápidamente de la silla cuando Seorim comenzó a caminar hacia el cuarto, deteniéndola frente a su puerta para rodear su cuerpo con sus brazos y hundir su rostro en su cuello, queriendo acabar con la evidente molestia con la cual ella cargaba en ese momento. No quería que las cosas acabaran mal entre ellos al final del día.

—Lo siento. —susurró, acercándola un poco más. —¿Podemos hablarlo mañana con más calma? Por favor...

—Está bien, sólo... Necesito descansar, es todo. —Heeseung continuó apretándola entre sus brazos hasta que la obligó a alejarse, esta vez con una sonrisa tranquila en el rostro. —Tú también descansa.

Ella correspondió el abrazo, y a pesar de que Heeseung pudo notar cómo mordía ligeramente su labio con nerviosismo, decidió ignorar el mal presentimiento que comenzaba a instalarse en su pecho.

Por fin, él separó un poco sus labios para hablar:

—Hasta pronto.

Así, salió del departamento sin saber que entonces, lo que estaba a punto de ocurrir sería el inicio del fin de su relación con Seorim, pero quizás, el destino tenía preparado algo mucho más interesante para él.

DULCE VENGANZA
gardyunn original
Adapt. autorizada

𝐃𝐔𝐋𝐂𝐄 𝐕𝐄𝐍𝐆𝐀𝐍𝐙𝐀 › heejakeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora