Capítulo uno

30 1 0
                                    


Capítulo 1: Sufrimiento

       -Aquí tienes Emma, perdón por no habértelas podido traer antes, estuve ocupado

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

-Aquí tienes Emma, perdón por no habértelas podido traer antes, estuve ocupado...-un rubio rapado con una trenza y tatuaje en la sien colocó un ramo de narcisos encima de una tumba en la que se podía leer "Emma Sano 1991-2005". Al lado del rubio que ahora estaba rezando, se encontraba un albino de cabello corto y alborotado leyendo con sus ojos grises aquel nombre una y otra vez, repitiendo en su mente una y otra vez aquellas palabras.

-No entiendo por qué aún vienes aquí Ken...-el albino miró preocupado al rubio y se agachó para ponerse a su altura y acariciarle la espalda.

-Sigo queriéndola Satō... Ella sigue estando en mi mente...-esas palabras resultaron punzantes para el de cabellos alborotados, sin embargo solamente se calló y abrazó al más alto notando como un brazo de este lo acercaba a él.

-No pasa nada Ken... Ya se irá, estoy aquí para ayudarte...-el albino besó los labios del contrario que ni siquiera se inmutó y simplemente continuó mirando la tumba de su amor pasado.

-Simplemente dame tiempo...-el de ojos grises asintió y colocó su cabeza en el pecho del mayor comenzando a llorar por la impotencia, sin embargo, el rubio seguía quieto, simplemente añadió unas pequeñas palmadas al abrazo aún mirando aquél trozo de piedra.

-Te daré todo el tiempo del mundo Kenchin... Incluso si me tengo que quitar el mío...-logró decir eso entre sollozos, el rapado al escucharlo se dignó a mirarlo por unos segundos, admirando como estaba destrozando poco a poco un corazón puro sólo por su pensamiento egoísta de aún amar a quién ya no estaba con vida.

-Sabes que si no lo soportas puedes irte...-el albino negó con la cabeza en el pecho del mayor, no deseaba irse, no quería abandonar al rubio, nunca lo haría.

-No quiero irme, Ken... No quiero hacerlo nunca...-el del tatuaje negó con la cabeza y después de mucho tiempo besó la cabeza del albino haciendo que este rompa en un llanto intenso.

-Siento no poder superarla, pero juro que lo haré algún día...-miró por última vez aquella tumba y decidió levantarse dándole el dedo meñique al menor y haciendo que ambos dedos queden entrelazados.

-No te disculpes, no es culpa tuya...-ambos desviaron su mirada, no recuerdan cuándo fue la última vez que se pudieron ver a los ojos entre ellos, pasó demasiado tiempo, pero al parecer a ninguno le importaba.

Aquella noche

-¡La reunión comenzó!-espetó el de la trenza, todos los de la Toman tomaron posiciones y el ojigris se quedó en la escalera sentado mirando a los que se encontraban allí, Chifuyu cada día lucía más decaído, Takemichi simplemente no aguantó el dolor de aquella reunión así que se mantuvo cerca del albino mirando de reojo como éste tenía los ojos cristalizados con lágrimas a punto de salir, los hermanos gemelos no mostraban la misma cara de siempre, los fundadores estaban cabizbajos.

𝘼𝙣𝙤𝙩𝙝𝙚𝙧 𝙡𝙤𝙫𝙚 || Draken x Male!OcDonde viven las historias. Descúbrelo ahora