𝗱𝗮𝘆𝗹𝗶𝗴𝗵𝘁 ━ ❪jasper hale❫

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DAYLIGHT
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2005

Los tres Grimaldi se dirigieron al primer edificio, encima de cuya entrada había un cartelito, bastante pequeño al parece de Millicent, que decía "Oficina Principal". De mala gana, Millicent siguió a Minerva y Charles, aún con aquellos ojos dorados con los que se había encontrado. Era extraño pensar que eran dorados, nunca había visto ojos de tal color. Había visto ojos púrpuras, múltiples veces, pero jamás ojos dorados, y eso ya era raro para alguien que venía de una rareza también. Siguió el camino detrás de los otros dos, un pequeño sendero de piedra flanqueado por setos oscuros.

Escuchó a Minerva decir algo, a lo que Charles le respondió mientras tomaba la mano de la menor de los tres y entraban a la oficina. En el interior había más luz y se estaba más caliente de lo que esperaba. La oficina era pequeña: una salita de espera con sillas plegables acolchadas, una basta alfombra con motas anaranjadas, noticias y premios pegados sin orden ni concierto en las paredes y un gran reloj que hacía tictac de forma ostensible.

Las plantas crecían por doquier en sus macetas de plástico, por si no hubiera suficiente vegetación fuera. Un mostrador alargado dividía la habitación en dos, con cestas metálicas llenas de papeles sobre la encimera y anuncios de colores chillones pegados en el frontal. Detrás del mostrador había tres escritorios. Una pelirroja regordeta con gafas se sentaba en uno de ellos. Llevaba una camiseta de color púrpura que, de inmediato, me hizo sentir que yo iba demasiado elegante. La mujer pelirroja alzó la vista.

—¿Te puedo ayudar en algo?

—Somos los hermanos Grimaldi —habló Millicent con cierta firmeza en su voz, pero pintaba más una pequeña pizca de aburrimiento y una actitud algo borde.

La expresión de la mujer fue suficiente para hacerles saber a los tres vampiros, que estaban siendo de alguna manera esperados. El cotilleo de que nuevos habitantes desconocidos habían llegado a Forks, se esparció como agua por un cauce. Una familia tradicional, los padres y sus tres hijos adolescentes, que estaban a punto de iniciar el año escolar a medio curso, apareciendo sin más en pleno febrero.

—Por supuesto —dijo.

Rebuscó la mujer entre los documentos precariamente apilados hasta encontrar los que buscaba.

—Precisamente aquí tengo el horario de sus clases y un plano de la escuela.

Trajo varias cuartillas al mostrador para enseñárselas a los tres Grimaldi, quien la más simpática fue sin lugar a dudas... Minerva. Charles y Millicent, tenían personalidades sumamente parecidas. Sus historias antes de la conversión no fueron las más gratas y fueron las causantes de sus personalidades más antipáticas y frías. Eran experiencias completamente distintas, pero tan similares a la vez.