Episodio 1

73 11 5
                                    

Ya me encontraba a punto de dar los últimos exámenes de la licenciatura y con Shein estábamos en la cafetería Frente de la Facultad.

 — Por qué es tan tedioso leer una partitura??— mi sarcasmo hoy estaba al tope.— Recuerdo cuando nos conocimos, y te dije "este Chino agrandado que hace acá?". 

 — Eras una de las pocas que, aunque no me soportó al comienzo, te acercaste a ayudarme siempre.

— Y por culpa tuya, ahora tengo a toda mi familia encontra, jajaja.!!

 — Alelí esto ya lo hablamos, si te pesa lo que tus padres opinen, pues no viajes, cásate, ten un hijo y hace lo que quieras.— dijo con los brazos en jarra y su mejor cara de enojo. 

 — Por qué estás enojado, bobo?, Igual sabes lo que pienso, está decidido.

 — Sabías que la compañía de la facultad tiene un Evento en Japón?.— dijo cambiando el tema.

— No, no sabía, igualmente para mí suerte, jamás entraré de titular hasta que Dana se vaya de la compañía, no me quiere ahí y el director cómo que para darle el gusto me puso de suplente de ella. 

 — Las mujeres siempre son tan complicadas.— acoto mi mejor amigo, haciéndome reír. 

 — Tu ex es complicada Shein, creo que es más por venganza que lo hace.— Vamos alelí tenemos examen. —Dijo empujándola hacia afuera de la cafetería.

Mi estadía en la facultad se basaba en la misma cantidad de horas que mi mejor amigo, ambos habíamos logrado significativamente reducir la licenciatura que era en 5 años, en apenas 3 años. Shein y yo acumulamos la misma carga horaria y casi el mismo promedio, ambos siempre nos entendemos bien y hacemos equipo.

 Además, Bailar con Shein es como caminar en un cuarto oscuro y sin miedo, la cadencia y el porte que tiene es increíble, es una pena que no haya nacido Argentino. La sangre del tango corre por sus venas.

Hacía un tiempo que me había mudado con él a su departamento, ya que me podía amoldar mejor a terminar la carrera, somos increíblemente inseparables, como Uña y Mugre, un buen dúo, jamás dejamos pasar nuestra mente del objetivo que nos pusimos y de la amistad que nos une.

 Shein quiere ser reconocido en Japón y yo quiero ir a Corea a abrir mi escuela de tango. Ambos tenemos empleos temporales y una cuenta en el banco donde cada uno fue ahorrando para lograr nuestro pequeño sueño.

 Dimos nuestros últimos exámenes y estábamos en la sala de ensayo de la compañía, pusimos "Tanguera", con los primeros acordes nos dispusimos a estirar, y ya en el segundo tramo empezamos a bailar, sentir la música como fluía en nuestros cuerpos, es que la simple oxigenación de nuestros pulmones hiciera recorrer los acordes del piano por nuestro torrente sanguíneo, como con el simple roce del agarre, nuestros cuerpos se fundían en uno solo, dicen que para bailar tango debes encontrar quien te complemente, yo lo tenía en Shein.

Después de una caminata sincopada y un par de firuletes, estábamos transpirados por el ágil baile.

 —Los está buscando el profesor Leo— dijo una de recepción.

 Nos acercamos a la oficina del profesor para saber que era lo que tenía que hablar con nosotros, solo esperábamos que nuestra temporada de exámenes haya finalizado, así podríamos enfocarnos en lo que venía.

—Leo buen día que sucedió?.

 Si había algo que me sorprendía de Shein era la manera con que se tomaba las cosas demasiado livianas, desde que inicié mi carrera jamás había tuteado a mis profesores, pero aquí estaba él con la imponencia que tenía y sus rasgos asiáticos para desmoronar hasta el mismísimo lucifer.

✴️✴️ Sessaw  ✴️✴️ Donde viven las historias. Descúbrelo ahora