𓂃 𝐇𝐲𝐮𝐧𝐥𝐢𝐱 ⨾ Lee Felix, un investigador de 22 años, se auto-asigna un caso. En donde el protagonista es su pequeño y gran amigo Jeongin.
Felix sólo quería volver a ver a Jeongin, él quería encontrar su pequeño y verlo sonreír de nuevo; Sabía...
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20000915
20 horas de la desaparición de Yang Jeongin.
El tiempo pasaba relativamente lento, solo veía los minutos pasar desde el reloj de mi computador, pasaban despacio; como si no tuvieran prisa, con tanta paciencia que parecía que la hora nunca fuera a terminar, mis preocupaciones, mis pensamientos, mis inquietudes me atormentaban; todo al mismo tiempo. No soy dependiente emocional de Jeongin, pero solo pienso ¿Qué le pasó? ¿Será que hizo algo que no debía? Es un ciclo que no se acaba de preguntas que se repetía y repetía una y otra vez, una tras otra.
Salí al balcón a tomar aire, me estaba asfixiando yo mismo con mis propios pensamientos y en el camino reflexioné un poco, hasta que llegué al balcón, viendo como estaba a casi diez pisos de altura, el aire era frío y respiré un poco. Pensé en fumarme un cigarrillo para calmarme, y eso hice. Me quedé viendo la noche, las estrellas, la luna llena; mientras veía como la nube de humo que salía de mi boca desaparecía en el aire con el viento, y pequeñas lagrimas salían de mis ojos ¿Por qué? ¡¿POR QUÉ ESTOY LLORANDO?! Se supone que no debo llorar por esto. Él está bien. Él está más que bien justo ahora, debe estar en su casa, o seguro volvió a su ciudad de nacimiento. Pero me rompía, me recuerda a mí mismo, no quería que Jeongin se fuera de mi lado porque me reflejé en él.
Me vi a mí mismo, cuando escapé de mi casa en Australia hace quizás 5 o 6 años. Jeongin al parecer también lo hizo. Me contó que llegó de Busan hace 2 años con su hermano mayor porque él quería ser pasante a detective y pensó que lo mejor era venir a la capital; Seúl, entre esos años lo conocí, yo era tan novato que no sabía si quiera que tenía que hacer. Apenas había entrado hacía un año atrás, y me dejaron a un niño de 15 años, estaba enojado y lo ignoraba, pero no sé cómo se ganó mi corazón, y bueno, aquí estamos, llorando por él en un balcón. Todo por una amistad de 2 años.
Mi reloj sonó. Ya eran las 10:30 p.m. Ya me podía ir. Y eso hice, irme a mi casa.
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21 horas de la desaparición de Yang Jeongin.
Al llegar a mi casa vi que había correspondencia, una carta, un sobre blanco con una estampa de una manzana y entintada. Letra elegante que decía la dirección de mi casa y mi nombre.
