La vida para Genya Shinazugawa era basicamente sencilla, en palabras de su hermano mayor, su único deber consistía en ir a la escuela, limpiar la casa, y mandar su ropa a la lavandería como el mocoso de 18 años que es. Y para ser sinceros... eso hac...
Nuevamente estaban ahí, en aquella cama donde apenas cabían 2 personas, Genya no dejaba de jadear ante la mamada que le hacía Muichiro, está durando más de lo que esperaba, no quería correrse aún, necesitaba experimentar todo lo que el de ojos menta sabe y vaya que, si está aplicándolo, su mente se desconecta de la realidad y se concentra en la corriente de placer que siente cada vez que la boca del mayor emite vibraciones al intentar hablar. Le encanta, lo disfruta, es algo con lo que ha soñado muchas veces desde que lo vio por primera vez en internet.
-Genya, voy a pasar -dice Sanemi tocando la puerta.
-Carajo, creí que no iba a regresar -murmura Genya cubriéndose rápidamente con su colcha al igual que a Muichiro, justo a tiempo cuando la puerta se abre- ¿sucedió algo? -sonríe nervioso.
-No, vine para avisarte que me tengo que quedar hasta la tarde en el trabajo trabajo y para llevarme tus audífonos junto a unos documentos que me piden -explica con el celular en una oreja- el tarado de Muichiro no me contesta el jodido teléfono -masculla cerrando la puerta- voy a traer el almuerzo.
-Si, cuídate -grita en tono animado.
-Así que eso es lo que dice de mi -dice Muichiro saliendo de la colcha- estar aquí tiene sus beneficios -se muerde el labio mientras acaricia el pecho del menor.
-¿Seguimos? -deja un pequeño beso en sus labios mientras le aprieta una nalga.
-Me gustaría, pero ya escuchaste a tu hermano -se sienta en el regazo de Genya y acaricia su rostro, no podía explicar con palabras concretas lo que siente en este momento, necesita abrazarlo, besarlo, sin embargo... de que vale si le gusta Zenitsu- nos vemos mañana.
-Si -murmura triste deseando ignorar el hueco que se forma en su corazón al saber que ya no se van a volver a ver luego de la siguiente noche.
A las pocas horas su celular vibra con un nuevo mensaje de Kanao en el cual le envía la dirección.
-¿Distrito rojo? Ese lugar es bastante costoso -vuelve a vibrar su celular, pero esta vez es un recordatorio de que tiene que ir a la lavandería a recoger su ropa.
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El domingo por la noche llegó, lo que significa que, es hora de asistir a la fiesta que Aoi lo invitó, con bastante pesar se levanta de la cama dispuesto a bañarse y escoger su outfit. El sonido del timbre llama su curiosidad y rápidamente se asoma por la escalera para ver a su hermano mayor junto a Giyû, Muichiro y una chica de ojos violeta, cual llevaba un traje azul marino, una chica bastante guapa, demasiado, aparte que iba abrazando a Giyû de un lado a otro como si fuera un mono. Vuelve a sonar el timbre revelando a Tanjiro quien entra bastante alegre, una sonrisa que se borra al ver a aquella chica con traje pegada a su pilar del agua, Genya sabe que debe hacer algo pero su mente se queda en blanco, no sabe cómo intervenir y simplemente se queda como espectador.
