La vida para Genya Shinazugawa era basicamente sencilla, en palabras de su hermano mayor, su único deber consistía en ir a la escuela, limpiar la casa, y mandar su ropa a la lavandería como el mocoso de 18 años que es. Y para ser sinceros... eso hac...
El silencio en la mesa era sepulcral, incluso el mesero temía por su vida si se acercaba a la mesa para preguntar si desean por fin ordenar, afortunadamente uno se ofrece a suplantarlo, una tensión que se puede cortar con un cuchillo es lo que se percibe en aquella mesa de 4 personas, Genya juega con su cubierto mientras que Zenitsu le hace ojitos, por otra parte, Muichiro no paraba de dedicarle miradas de odio al rubio mientras que Sanemi comía re tranquilo sus enchiladas de pollo, el azabache empezaba a lamentarse de haber aceptado la invitación de su hermano, no quería quedar mal con él, no cuando el mayor estaba realmente emocionado y alegre por una cita doble para conocer más a la pareja de su hermanito pequeño.
-Buenas noches, soy... emn... su nuevo mesero -dice el sujeto tosiendo incómodo- soy... ah... Taylor, Taylor... Smith -sonríe.
-Ajá si, oye, Taylor, dame una sopa de almejas y para el rubiecito -Muichiro mira con disgusto a Zenitsu- no se que querrá, tal vez ni conozca la comida que hay en el menú.
-Oh, vete a la mierda -responde Zenitsu rechinando los dientes- quiero una hamburguesa premium con carne término medio.
-Ja, esa carne todavía hace muuu cuando la cocinan -se ríe el mesero hasta que nota la mirada de los 4 chicos en la mesa- heh -aclara su garganta- ya les traigo su orden.
-Ah, traes vino blanco para acompañar, por favor -dice Sanemi con una sonrisa amable a lo que el contrario asiente.
En menos de 5 minutos aquel mesero regresa con el vino y cuatro copas en donde "accidentalmente" derrama una en el regazo de Muichiro quien empieza a soltarle maldiciones. Ese era el inicio del desastre que se acerca cada vez más.
-¡Oigan, la banda sí que sabe tocar! -dice Genya tratando de aligerar el ambiente cuando escuchó a Zenitsu rechinar sus dientes.
-Eres un jodido estorbo -responde Zenitsu a la indirecta de Muichiro.
-No es mi culpa que te guste pasear en lugares públicos con ese profesor que tienes, yo lo considero una infidelidad -sonríe orgulloso el de ojos menta al verlo con el ceño bastante fruncido.
-Pues como dicen en la granja de dónde vengo, "el burro, hablando de orejas" -chasquea la lengua ignorándolo, esa pelea no tenía sentido.
Pero... antes de llegar al presente, hay que ponernos en contexto de la situación y lo mejor sería situarnos cuatro días antes de la cita doble, tres días antes cuando Sanemi le propuso salir los cuatro juntos a un restaurante para conocerse más, así que empecemos...
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Un martes por la tarde en la casa de los hermanos Shinazugawa, ambos sentados en el sofá viendo una novela coreana, de esas en donde la chica ignora al protagonista, aunque al final se va a quedar con él pese a que le jura odio eterno en cada capítulo de 1 hora.
-15 dolares a que Jan-Di se va a quedar con el hijo de los dueños de una de las corporaciones más grandes de corea -dice Sanemi comiendo una hamburguesa.
