Lesbian Gril [Nobamaki] +18

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A Toge no le salían las palabras, la imagen delante de el parecía sacada de sus peores pesadillas.

La mirada de Mai estaba puesta en el tan fijamente que cuando habló sus ojos no se despegaron del peliblanco.

- Maki, llévate a Nobara.

- ¿Disculpa? - preguntó la castaña frunciendo el ceño, la bestia que tenía en el estómago levanto la cabeza interesada.

- Sí.

Maki se adelantó, poniéndole la mano en el hombro. Ambas hablaron sin necesidad de abrir la boca, mientras que los ojos de Nobara decían: "Rétame" los de Maki eran más burlones, un: "No pruebes mi fuerza"

La de menor estatura no la conocía, no sabía de donde habían salido las quemaduras o de lo que era capaz de hacer; así que retiró la mano de su hombro con un manotazo.

- No. Mai ¿Tú no estabas en un viaje? ¿Por qué no me contaste? -La cara de su novia era de incomodidad llegando a deseserada.

- Linda, porfavor, te contestaré despúes, pero ve con mi hermana....

- ¡Ni siquiera sabía que tenías una hermana!

Su grito resonó por todo el pasillo, Toge le dió unas palmadas en la espalda a Nobara, asintiendo con la cabeza en señal de que se fuera.

Suspiró derrotada, pero su voz siguió siendo imponente cuando le dijo a Mai:

- Estaré en el apartamento, si en dos horas no me estás contando lo que pasó, voy a tirar tus cosas a la basura.

Con un punto y final se dió la vuelta, marchándose con la barbilla arriba y con el orgullo hecho mierda.

Sentía la presión de los ojos de Maki en la nuca mientras caminaba, los nervios hacían que se olvidara del paso constante al caminar, por lo que se sentía cómo un pato descoordinado.

Maldecía su mala suerte, se acostó con esa persona porque estaba drogada, ni siquiera se acordaba de todo pero juraría de que esa cabellera verde que jaló era de Mai -se estremeció-. Pensó en miles de situaciones en las que Mai la dejaba y vendía su historia a una serie de Tv cutre haciéndose millonaria. Pero sabía que eso no sucedería.

¿Porqué Toge temblaba? Tal vez eran conocidos pero en su cara no había rastro de felicidad.

- Sobrepiensas todo ¿no es así?

Nobara se sobresaltó, la voz de Maki le dio justo en la oreja y su aliento caliente hizo que los pelos de la nuca se le pusieron de punta. Alzó la mano cómo espantando una mosca.

- A ti no te importa, ¿Quién eres, aparte de todo?

Abrió la boca para contestar pero su celular sonó, frunció el ceño mirándo la pantalla y alzó un dedo pidiéndole un minuto, alejándose.