- ¿Así que tú vives aquí? -señala el edificio de 6 pisos y yo asiento.
Se queda mirándolo y frunce el ceño, yo no lo veo peligroso.
- ¿Desde hace cuánto llevas viviendo aquí? -me dice y me mira.
Bueno, no debería confiar tanto en él, pues lo he conocido hace menos de un día.
Sin embargo, no hay nada que me haga desconfiar de él.- Hace media semana. -contesto.
- Debes buscar un edificio nuevo, uno más cerca de la universidad -se detiene y me mira, sus ojos tienen un brillo apasionado y me tiemblan las rodillas- . Más cerca de mí.
Me sonrojo ante tal comentario, toma mi mano y algo me hace apartarla.
Me mira, sé que él también lo ha sentido.
- ¿Qué fue eso? -le digo, ha sido un choque eléctrico, algo raro pero bello, una belleza rara.
- No lo sé. -se quita el cabello dorado de la frente y me mira- Vayamos dentro.
Asiento y él vuelve a tomar mi mano. Pero esta vez sin el efecto anterior.
No sé que lo ha creado, pero estoy tan concentrada en el perfil de Kendall que en este momento me viene y me va.En la puerta de mi apartamento, Matt está parado con un ramo de flores. Kendall me mira, pero no me suelta la mano.
- ¡Oh, vaya! -Matt dice y mira nuestras manos entrelazadas- Veo que te ha encontrado.
Kendall lo mira con la mandíbula apretada, y yo camino hacia la puerta para abrir mi apartamento.
Conozco a Kendall desde hace casi cinco segundos, es prácticamente un extraño. ¿Estará bien dejarlo entrar a mi apartamento?
Abro la puerta, Kendall no ha dicho nada, ni Matt, tampoco yo. Me detengo y me suelto del agarre de Kendall. Me mira -sus ojos son tan hermosos-, creo que lo entiende porque se adentra en mi pequeño hogar y veo que toma asiento en el sofá.
Encaro a Matt y sus ojos dejan de ver a Kendall para enfocarse en los míos.
- ¿Qué quieres?-cruzo mis brazos debajo de mi pecho y lo miro.
- Quería... -se rasca la nuca y se muerde el labio- Es que... Bueno, ya estás con Schmidt y pues...
Me río, porque nunca había visto a un chico tan nervioso (de hecho soy yo la que siempre se pone nerviosa).
- Sólo dilo. -lo animo con un aire de gracia.
Lo piensa, pareciese que lo que quiere decir le quema la garganta porque se la aclara varias veces.
- ¿Quieres salir... -se queda trabado en mitad de la pregunta y la puerta se abre.
Siento el calor del cuerpo de Kendall y su suave perfume al instante, está mirando a Matt, lo sé porque Matt incha el pecho y suspira parándose en toda su estatura. Sin embargo, Kendall está de lo más relajado, ni siquiera siente a Matt como una amenaza. Son como los típicos machos peleando por una hembra, y el tan solo hecho de pensar en eso me causa risa.
Se inclina y me aparta el pelo a un lado, sus labios casi tocan el lóbulo de mi oreja y yo estoy estallando, gritando y bailando por dentro.
- Un chico está en el teléfono, se llama Alex. -mira de nuevo a Matt pero aún así no se aparta de mi oreja- ¿Quieres que le diga que estás ocupada?
Yo casi tengo los ojos cerrados.
Un momento.
¡Alex!Salgo disparada hacia el teléfono que se encuentra sobre el sillón, estoy segura de que me hechara un sermón por no haberlo llamado durante casi toda la semana y que también me advertirá sobre los chicos.
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Querido Futuro Esposo |Kendall Schmidt|
FanfictionQuerido Futuro Esposo: Creo que aquí es dónde todo empieza, así que escucha como fue nuestro destino.