𝗦𝗧𝗔𝗡𝗗-BY. A paso de tortuga, así parecía el pasar del tiempo para Su Zu.
Su subconsciente reconocía que el ambiente que la rodeaba actualmente no estaba para nada tranquilo. Sabía que algo grave estaba ocurriendo. Unos tensos brazos acunaban su cuerpo con una extraña suavidad mientras se mantenía la posición de la fría arma contra su sien.
Su mente estaba en las nubes, el sonido de los disparos se oía lejano y lo único que podía sentir era lo frías que se encontraban las punta de sus dedos, sus manos... las sentía completamente dormidas. De repente, sus ojos se abrieron tan repentinamente que hasta ella misma se sorprendió y sus pulmones parecieron volver a respirar de manera acelerada.
Al abrir sus ojos, encontró una gran cantidad de pedazos de vidrio en el suelo junto a sus rodillas, sus manos estaban en sus oídos, su cuerpo temblaba por doquier y sus ojos estaban fijos en el suelo con temor de levantar la mirada, con esfuerzo logró voltear a su derecha y pudo ver a aquel chico, alto, vestido completamente de negro y con una gorra, también negra. No podía apreciar con claridad su rostro por lo mareada que aún se encontraba, pero si podía ver como una mancha roja bajaba por su rostro desde su gorra.
Un zumbido sonó en sus oídos obligándola a apretar nuevamente sus manos contra éstos, apretando los labios.
Volvió a sentir como su muñeca era tomada con fuerza y como su cuerpo era levantado con brusquedad del lugar en donde se encontraba agachada, para luego ser empujada hacia el frente logrando con esfuerzos mantenerse estable, vio frente a sus ojos como aquello que alguna vez fue su dormitorio, estaba completamente echo pedazos.
Aquel monumento que apreciaba antes de salir con Mi-Soo a pasear de vez en cuando, cuando era obligada por ella mejor dicho, también había sufrido estragos, no tenía su cabeza.
Frente a ella habían muchas personas. Militares. Policías. No sabía específicamente que papel cumplían esas personas. Pero tenían también ropas negras y apuntaban con fervor sus escopetas hacia ellos, bueno, hacia el hombre que la tenía retenida.
"Suelten las armas" Logró escuchar detrás de ella. Su mente comenzó a divagar al momento de escuchar su sonido, no recordaba haber escuchado esa voz jamás.
Conectó miradas con el policía masculino, quién suavizó su mirada al ver cómo se encontraba Su Zu, le partió el corazón ver esos ojitos temblar. Cayó ante el efecto instantáneo de Su Zu.
"Bajen las armas" Ordenó luego de mantener contacto visual con la menor durante unos cuantos segundos. "Ella es solo una estudiante" Mencionó después dirigiéndose al secuestrador.
Se atrevió a subir por completo su rostro queriendo ver qué era lo que su secuestrador sostenía con tanta amenaza en su mano derecha y su respiración se entrecortó, no solo era una maldita bomba, si no que tampoco tenía el seguro puesto. Quería pintar un bosque y perderse en él.
"Salgan, todos ustedes salgan" Ordenó tomando a Su Zu por el cuello de su ropa, acercándola a el policía usándola como un escudo viviente mientras ponía en frente la bomba. Los ojos suplicantes de la menor agitaron el corazón del policía.
"Afuera" Susurró el hombre.
"Todas las unidades, retírense" Abrió los ojos asustada viendo cómo con sutileza, todas las personas uniformadas que llenaban el lugar comenzaban a alejarse, incluso ambos policías.
"Espera..." El hombre detrás de ella suspiró. "Estás a cargo, ¿No?" Susurró dirigiéndose al policía masculino frente a ambos. "Tu te quedas" Afirmó.
La policía femenina refutó, sin embargo, el secuestrador no le hizo caso.
"Está bien, me quedaré aquí, pero deja ir a las estudiantes" Quiso negociar. Sin embargo, solo recibió un regaño de parte de su compañera y una risa fingida, y llena de odio de parte del secuestrador.
"Hijos de puta hipócritas..." Lanzó una mirada con desprecio.
Sin importar como su compañera femenina seguía discutiendo y peleando para que también saliera y no jugara éste estúpido juego, fue sacada a rastras por los demás, quienes si acataron (aunque a duras penas) la orden de su mayor.
Su Zu observaba todo mientras sentía como poco a poco sus piernas empezaban a fallarle, apretó los puños hasta dejar sus nudillos blancos al esforzarse por no desfallecer allí mismo, sintió cómo su muñeca era tomada por una brusca mano, quién la jaló con desdén, se volteó intentando ver a su secuestrador, para solo darse cuenta de que era un rostro conocido, el cuál su mente nublada no pudo reconocer de inmediato.
Fue llevada a la fuerza a la zona de la cafetería por aquel otro chico, quién la tiró al lado de unas sillas sin importarle que ella se golpeara la cadera con fuerza. Suspiró tocando su cadera dolorida mientras daba suaves masajes, con el objetivo de que no sé coagulara sangre alrededor y no se saliera un feo moretón. Recorrió con su mirada el lugar intentando buscar a sus amigas, fallando en el intento. Solo logrando conectar miradas con Young-ro, quién iba pasando por el pasillo frente a ella siendo jalada con brusquedad.
Los mismos tipos uniformados, volvieron a sacarlas de allí ésta vez llevándolas a todas por el mismo camino, Su Zu pudo reconocer que se dirigían a la cafetería. Cuando llegaron, fue empujada bruscamente hacia adelante, y sus débiles y temblorosas piernas (odiaba que su cuerpo fuera así, odiaba que su vida fuera así) tropezaran y provocaran que su cuerpo terminara en el suelo, con sus rodillas golpeando el suelo y provocando un estruendoso ruido.
"¡Levántate maldita sea!" Escuchó detrás de ella, el mismo hombre agarró su cuerpo por la cintura tocando a su vez, su cadera lastimada, provocando un gemido de dolor de la menor, la cual intento quitar sus manos de su cuerpo pero solo logro que la levantaran y la tiraran hacia adelante. ¡Pero que rara obsesión tienen estos hombres con empujarnos!
Levantó la mirada un poco asustada cuando sintió una cálida mano en su brazo, encontrando los oscuros y preocupados ojos de Mi-Soo, quien al confirmar que era ella, la jaló hacia sus brazos y acunó su rostro con preocupación, Su Zu sintió como el alma volvía a su cuerpo al ver cómo todas sus mejores amigas estaban todas juntas, y aunque asustadas, estaban sanas y salvas. Sus piernas flaquearon y cayó en los brazos de la más alta, viendo paños oscuros tapando su visión mientras sentía su cuerpo caer en un vacío interminable, siendo una total ignorante del escenario que se había formado a su alrededor.
¡HOLA! Disculpen por demoran tanto en actualizar <3.
Espero les guste, disculpen si hay fallas ortográficas, estoy actualizando desde el computador por primera vez </3.
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𝐀𝐓𝐓𝐑𝐀𝐄𝐍𝐓𝐄 | 𝐒𝐍𝐎𝐖𝐃𝐑𝐎𝐏; 𝐋𝐈𝐌 𝐒𝐎𝐎 𝐇𝐎
FanfictionCada persona, en cada lugar al que va, sin importar que solo esté de pie sin hacer nada, queda cautivado con ella y cae en sus encantos e insólita belleza. Y pues... Lim Soo Ho, Soo Ho no fue la excepción a esto. HISTORIA BASADA EN EL KDRAMA SNOWDR...