Capítulo II

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—Álex, dime qué pasa— lo sacude y su hermano no responde, solo se queda quieto y sus ojos empiezan a lagrimear, si Louis no lo conociera creería que solo aguanta las ganas de reírse por su triste final, pero sus ojos tienen dolor.

—Tienes mucha suerte Louis, no la desperdicies, no sabes lo que algunos darían por estar en tu lugar—. Lo que él daría.

—!¿Acaso tengo que estar feliz?!—. Pregunta enojado, en un solo día su vida se arruina y tiene a su hermano llorando en frente suyo momentos antes de su boda. Es capaz de hacer un escándalo, pero su hermano lo abraza  o trata de hacerlo con sus manos atadas, y su voluntad cae, él es tan perecido a su madre, hasta sus abrazos se sienten bien.

—No Wili, comportate, no dejes pasar esta oportunidad, yo mismo tenía ganas de golpearte cuando me enteré que querías huir—.

—No quiero ésto—. Dice con voz apagada, llora en su hombro y siente que va a caer pronto—. Quiero huir, irme muy lejos y no volver aquí nunca, él... El me va... A... No... Por favor... No...

—Shh.. shhh, no más lágrimas, sé que lo que más deseas es irte, por eso me encargué de todo, confía en mí, lamento tanto todo el daño que te hize, espero que esto lo solucione— apenas escucha eso lo empuja con sus hombros, no puede golpearlo, pero quiere hacerlo.

—!Mírame! Mírate tú, cuando quise irme contigo le contaste todo a nuestro padre y ¿Ahora lo lamentas? —su hermano era un maldito, tenía esos ojos azules que su madre llevaba llenos de dolor, estaban rojos y lo miraban como si el tuviera la culpa, tal vez debió ser egoísta e irse solo—. No puedo confiar en ti.

—!Tenía miedo! Crees que eres el único que odia esta vida, soy más grande que tú Louis, he vivido más tiempo en esta mierda, pero en ese momento tenía miedo—.  Louis y su hermano están gritando mucho, no tardan en venir por él. —Tenía sueños, quería ser feliz y encontré a la persona que creí me iba a salvar, pero el nunca se fijó en mi, te odio tanto ahora.

Louis no sabía que decir, de que hablan su hermano, como que alguien se fijó en él si nunca tuvo contacto con algún alfa, eso era completamente prohibido, y como su hermano también lo tuvo.

—Y tú, solo por tí me han pasado tantas cosas malas, cuando naciste nuestro padre enloqueció y termino por matarla por traer otro omega a la familia, perdí a mi madre y me hize cargo de todo, me cegue de de dolor—. No sabía que haría ahora con toda esa explicación, ya no servía de nada tantas palabras, su hermano se paró recto y sin mirarlo hablo, la última vez que escucharía su voz, pues ya estaban subiendo las escaleras para llevarlo. —El es bueno, yo lo sé.

Respiró hondo, su pecho subía y bajaba, eso no le servía de nada, ni su concentración para respirar ni maldecir a su hermano le servía para parar el tiempo y correr, su padre agarró la cuerda que ataba sus manos y lo jaló, no sé quejo aún cuando el dolor era insoportable.

Su hermano salió jalado de su alfa, un carpintero algo conocido, brusco y con paso acelerado salieron del cuarto donde la ceremonia se realizaría.
Louis bajo junto a su padre, en el cuarto no había mucha gente, lo primero que trato de buscar fue al desgraciado, pero en la punta de la sala solo vio a la sacerdotisa y al frente de ella a un hombre que estaba siendo sostenido por otros dos alfas, ¿Estaba borracho? Terminaría con su vida apenas pueda.

Fue jalado, nadie se sorprendía, los omegas ya habían pasado por eso y a los alfas no les importaba, conecto por unos segundos con los ojos azules de su hermano cuando desobedeciendo las reglas ambos se atravieron a lazar la mirada en presencia de los demás alfas, eso le valió un golpe a su hermano y un jalón a él.

Al llegar sus pies fueron atados al igual que sus manos, estaba de rodillas a un lado del alfa que tenía la cara cubierta y ahora solo era sostenido por una persona, no tenía olor, o bueno, olía a medicamento, en mucha cantidad.

Respiraba con dificultad y eso lo asustó.

La ceremonia empezó, ninguno de los dos hablo, el alfa que sostenía al suyo hablaba por él, no entendía que pasaba y sentía mucho miedo.

Cuando desataron una de sus manos se levantó y trato de correr, sus piernas le dolieron demasiado, su padre le sujetó el brazo y pudo ver al alfa removerse, también trataba de irse. ¿Que estaba pasando?

—Márcalo, ahora —le dijo él alfa que sujetaba al alfa que tenía la cara cubierta, levanto la tela y solo se pudo ver sus labios, tenía los dientes apretados y sus colmillos se podían ver, Louis chillo con miedo y todos los invitados salieron rápido, los omegas se inquietaban y los alfas se ponían ansiosos.

Louis pudo ver las cadenas que tenía el alfa.
¿Porque un alfa tendría cadenas igual que un omega? ¿Porque se negaba a tomarlo? ¿De qué demonios hablaba su hermano?

Tomaron su mano y acercaron el dorso de esta a la boca del alfa, quería soltarse, pero el agarré de su padre y la sacerdotisa se lo impedían, sería marcado y no podía evitarlo.

—! Ahora Harry! —le gritaban pero seguía con la boca apretada, Louis empezó a llorar—. ¡Si no lo haces tú lo haremos nosotros!

—!No! —gritó Louis.

Vio con horror como golpeaban al alfa en la espalda, tan débil es esa posición empezaba desmayarse, abrió la boca como reflejó y su padre acerco el dorso de su mano, los otros alfas tomaron la cabeza del alfa caído y cerraron tan fuerte su boca en su mano que el gritó que soltó los dejo sordos por un momento.

Cayó desmayado.

Alguna vez escuchó sobre el amor, un misterio que nadie que conociera había sentido, cuando tú alfa te marca debería sentirse así, al parecer solo el amor puede doler tanto para que en una cueva religiosa, con su padre apretando su brazo y atado, y con un alfa que no conoce y que lo marcó en la aparente inconsciencia se desmayara, no sentía nada más que la carne desgarrada y dejo de intentarlo.

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Okey... Me gusta esta narración

Dudas:

¿Qué haces cuando compartes habitación y tú hermana mayor empieza a llorar y golpear su celular porque no le agarra el internet?

Elmo lxs ama

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