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Izuku caminaba por los pasillos del castillo, en busca de un lugar seguro para dejar ir al canario, el lugar era grande, así que se le dificultaba un poco, busco y busco pero nada

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Izuku caminaba por los pasillos del castillo, en busca de un lugar seguro para dejar ir al canario, el lugar era grande, así que se le dificultaba un poco, busco y busco pero nada

Así, hasta que dio con una habitación, entro a esta al ver que tenía un gran ventanal, se aventuró a entrar sin permiso previo, solo para encontrar muchas pociones y los ingredientes para estás, viendo distintas recetas y máquinas especiales

Iba a tomar una carta de por ahí cerca, pero el canario se lo impidió, comenzó a revolotear sobre el hasta sacarlo de ahí, el canario entro a la habitación, una hume amarilla lo invadió y de inmediato el chico rubio apareció, cerrando la puerta de golpe

Izuku parpadeo confundido, pero decidió dejarlo pasar, aún preguntándose qué era ese lugar

Mientras aquel encuentro se llevaba acabo, el caballo peliazul caminaba de igual forma por los pasillos del castillo, se le había dado aquella libertad por ser el guerrero oficial de la nación del Sol, lo aprovecharía al máximo

Necesitaba algo, algo que terminara con los Kirishima de una vez por todas, para así romper con aquel estúpido compromiso y derrocar a ese reino de una vez por todas

Él, al igual que el rey Hizashi, no le agradaba la idea de dejar la guerra y unir las naciones, los dragones eran criaturas horribles, no le agradaban en los absoluto, por nada del mundo aceptaría a los dragones y mucho menos ahora que Izuku estaba comprometido con el heredero del reino, no, jamás aceptaría aquello

Así que debía tener éxito en ese momento

Llego a una gran puerta, la abrió con cautela viendo al príncipe pelirrojo hablar con un chico rubio, se pregunto algo muy obvio ¿Y Izuku?

Por ahora lo dejo pasar, la conversación le pareció interesante

— ¡Fue tu culpa! Él se fue por tu culpa Kaminari — regañaba frustrado el pelirrojo

— no fue mi culpa, tú quisiste lastimar a ese pobre eh indefenso canario — el rubio hizo una pose dramática mientras reía en burla, Kirishima se veía demasiado gracioso en ese momento

— si claro ¿Y quién mierda era el canario? —

— ya, ya, oye ¿Me lo regalas? Es muy tierno y amable — dijo "soñador" solo quería molestar a Kirishima

— Kaminari...¡Vete a la mierda! — el rubio solo río en burla, Kirishima suspiro desganado, su oportunidad se había ido

— pero ya dejando de lado el hacerte enojar, casi descubre mi torre — lo dijo tan simple que Eijiro le quería pegar — lo detuve de inmediato, pero no sé si llego a ver algo —

— ahora sí te voy a matar — el rubio río sin tomarle importancia

— ya dile, después de todo se va a enterar —

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