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— ¡¿De nuevo?! — Izuku se levantó de golpe se la cama de su habitación, viendo a su madre la cual había entrado abriendo las cortinas y dejando que la fuerte luz del Sol le diera directo en la cara

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— ¡¿De nuevo?! — Izuku se levantó de golpe se la cama de su habitación, viendo a su madre la cual había entrado abriendo las cortinas y dejando que la fuerte luz del Sol le diera directo en la cara

— sí Izuku, iremos de nuevo hoy, debes pasar más tiempo con Eijiro-Chan — le regaño su madre, le aventó un poco de ropa mientras le veía con enojo — así que apresurate hijo, nos vamos en menos de una hora — la mujer salió de la habitación, Izuku se cruzó de brazos molesto

— tsk...al menos espero hoy poder explorar el reino — dijo, se levantó de la cama listo para cambiarse

— ¿Qué? ¿Hoy vienen de nuevo los Midoriya? — pregunto el pelirrojo confundido mirando a sus padres, estos asintieron, su día empezaba genial — ¡Perfecto! ¿Qué haremos hoy? — pregunto, igual y podía corregir su error

— escucha bien Eijiro — su padre le hablo con voz autoritaria — hoy tienes que sacar al príncipe Izuku a caminar, presentale el reino, hoy igual se quedarán a dormir ¿Entendido? — el pelirrojo asintió, quería con todas sus ansias mostrarle su hermoso hogar

— claro que sí papá, dejare a Midoriya-Kun muy impresionado — aseguro el chico, su madre sonrió, había criado a un gran hombre

— ¡Esa es la actitud mi niño! Sin dudas el corazón del príncipe Izuku-Chan no tardará mucho en estar a tus pies — su madre le guiño un ojo, mientras sonreía

— él...ya tiene el mío — aseguro mirando a sus piernas mientras apretaba su pecho, con una enorme sonrisa en su rostro y sus ojos calmados

— ¡Wuaa! Que lindos, pero...¿Y el otro chico? — pregunto su madre, su padre solo escuchaba las loqueras de su esposa, no por nada amaba a esa mujer

— oh, bueno...resulta ser...que eran la misma persona — ok, ahora su que sus padres estaban estáticos

— ¿Qué? — dijeron al uniso mirando a su hijo

— oh, sí, bueno...veran, hace un tiempo, mientras caminaba por el bosque, termine en el reino del Sol, me lo encontré y platicamos, me gustó mucho, pero jamás me enteré que era el príncipe del reino — aseguro simple, ambos padres le querían dar un golpe a su hijo, pero si hacían eso corrían el riesgo de dejarlo más idiota

Así que solo atinaron a darse un golpe en la frente mirando con decepción a su hijo

Salieron de la habitación dejando a su hijo solo, este se levantó de inmediato y comenzó a preparar todo para la visita del pecoso, ya quería mostrarle las maravillas de su reino

Izuku iba resignado en el carruaje, mirando el paisaje sin muchas ganas y con cansancio, quería ver a Eijiro, si iban a explorar el reino iguak y se lo encontraba, eso sería genial

Llegaron, llegaron al que sería el martirio del peliverde

— Midoriya-San, buenos días, es un gusto verte de nuevo — aseguro la pelinegra, la peliverde hizo una reverencia en saludo

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