La Esencia de los Caídos

Un Nuevo Camino.

Un fresco bosque rodeado de arboles, un aire puro, pero una atmósfera melancólica y deprimente.

- Es hora, Alayax.

Un hogar abandonado era lo único que adornaba el bosque, nada más quedaba que este hogar, pero ya nadie lo habitaba más, ya no más, lo único que tengo de este lugar es el escudo que se cuidaba aquí.

Mi nombre es Alayax... Alayax Blaunt, hijo adoptivo de la familia que manda en los territorios de Oxis, y la chica rubia detrás mio es hija legitima del mandatario de estos territorios, Rosalie Blaunt, próxima gobernante de los territorios y mi hermana menor.

Adalia Becker, una madre para nosotros, para mí y mi hermana, a alguien que le debo mucho por haberme rescatado el día en que fui abandonado en esa tormenta, desde entonces tomo los cuidados necesarios en mi persona como si de un hijo se tratara, incluso si no lo era, y la relación era igual con Rosalie, esto también era debido a que ella era pareja del gobernador de Oxis.

Pero ahora madre ya no esta, me hace sentir... vacío, no recuerdo mucho de lo que paso, o que me ocurrió, sin embargo, cuando desperté, estaba en la enfermería, pero madre no, cuando pregunte que ocurrió, nadie me contesto, nadie sabia que había ocurrido.

- Lo sé.

Poniéndome de pie me puso al lado de Rosalie, dispuestos a partir del lugar con dirección a la mansión de padre.

- Toma mi mano, el lugar esta lleno de trampas.

- Bien.

Tanque, Arquero, Soporte, Samurai, Paladín, Mago, Asesino, Guerrero, Ilusionista, Cazador, diez caballeros que protegen nuestro mundo de las amenazas que buscan brindar un mal sobre los doce mundos, conocidos como Los Caballeros de Sombra.

Madre pertenecía a esta linea de defensa, tomando el papel como Cazador durante largos años, incluso cuando cuidaba de nosotros, solía contarnos historias de sus aventuras, eramos como niños pequeños, estábamos encantados por los peligros que madre solía afrontar, realmente tuvo una peligrosa vida, pero sin duda alguna, era aun más genial el saber que ella se mantenía firme y continuaba luchando.

- Cuando lleguemos a casa, tendrás muchas cosas que explicarme.

- E- entiendo.

Ella lucia bastante seria al respecto, y cuando luce así realmente persevera en lo que quiere, enserio, ni siquiera padre puede con esa actitud.

Tomando la mano de Rosalie, comenzamos a caminar a través del bosque, madre tenia habilidades como Cazador, de las cuales destacaba poner trampas para sus presas o intrusos, o para entrenamientos conmigo, pues sí, entrenaba con ella, ella siempre me decía que tenia los sentidos muy desarrollados, mi sexto sentido, la intuición, así lo llamaba ella.

Esto era así debido a que madre solía ponerme entrenamientos basados en defenderme de ataques sorpresa, y contraatacar, aunque jamás fui bueno contraatacando, solo cubriéndome, como recompensa, madre me regalo un escudo bastante extraño, bueno, su diseño más que nada, esto debido a que tenia el aspecto de una calavera con la lengua de fuera, era extraño, pero sin duda alguna es lo ultimo que me queda de ella desde entonces.

Gracias a ello, es que tengo un buen tiempo de reacción cuando se trata de protegerme, en cuanto a las trampas de madre, estas no solo están ubicadas en el suelo, si no en diversas partes estratégicas que ninguna persona pensaría que estarían, madre lo llama "Puntos Estratégicos" un claro ejemplo es poner una trampa en el hueco de un árbol, o poner una trampa en lo alto de un árbol, sin embargo, es por eso mismo que madre era considerada una estratega nata, debido a que sus trampas siempre surtían efecto.