La Despedida

9

Cho besaba a Ana sobre la cama cuando su teléfono comenzó a timbrar. Ya tenían dos horas en el apartamento.

-No contestes —suplico Ana
-Puede que sea importante—dijo antes de levantarse a contestar el teléfono.

Ana lo miro entristecida

-Debe de ser ahora?—Pregunto cho por teléfono— uff dame de 10 a 15 minutos.

-Te vas otra vez? — pregunta Ana al ver a hi colgar la llamada
-Es importante
-Que puede ser más importante que yo?
-Cariño, es trabajo.
-Son las 1 de la madrugada
-Te prometo que te diré todo cuando vuelva. —decía dejando el teléfono en la mesa de noches antes de ir al baño— tranquila.

Ana vio que el celular estaba desbloqueado y no dudó en tomarlo y justo en ese momento entro una llamada que por el susto sin querer contestó.

-Hola?—era la voz de una chica—Cariño, te estoy esperando. No me hagas esperar más.

Ana colgó el teléfono y lo dejo en el lugar donde Cho lo había dejado.

-Eres una mierda de persona—se dijo mirando la puerta del baño. —Porque siempre es igual?—dijo con ojos aguados.

Comenzó a vestirse y justo cuando terminaba de ponerse los zapatos entró cho con la tohalla al rededor de la cintura.

-Que haces vestida?
-Me voy
-Es tarde
-No me importa. No quiero volver a saber de ti.
-Ana, pero que te pasa? Voy a salir solo por negocios. Confía en mí.
-Me voy—Decía quitándose el anillo— Eres un mentiroso!
-Ana, que es lo que te pasa? Mira, hay cosas que debo contarte. Pero ahora no tengo tiempo.
-Nunca me vuelvas a buscar—le lanzo en anillo antes de caminar rápido hacia la salida tomando el bolso de la cama.
-Por Dios! Ana!—La vio cerrar la puerta

Cho se apresuró a vestirse y se apresuró alcanzarla pero ya era tarde. Al volver a la habitación toma el teléfono y le comienza a marcar.

-Vamos Ana responde!—decia antes de entrar a buzón de voz

Ana abrió los ojos frente al computador. Había llegado muy temprano al trabajo y se quedó dormida sobre el escritorio hasta que sus amigos la llamaron tocándole el hombro.

-Qué sucede?
-Dinos tú. Que te pasa a ti? — preguntó Ayendy
-Al parecer no dormiste nada anoche
-Y no tienes el anillo

Ana rompió a llorar

-Ustedes tenían razón. Siempre la tienen—decía solloza
-Ay, Ana! —Estefany la abrazó
Omg!—Dijo Ayendy sobresaltado
-Ayendy!—decía Estefany al mirar lo exagerado de Ayendy
-Loca! Mira la puerta

Ambas miraron a la entrada y vieron a Cho con un gran Ramo de flores

Omg!—dijo Estefany

De repente entraron unas personas tocando mariachi

-Esto es el final-comentó ayendy