Dos siluetas extrañas

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Empezemos con dónde vivo 𝐖𝐢𝐥𝐝 𝐒𝐭𝐲𝐥𝐞, un lugar donde se dice depredadores y presas pueden convivir en paz, con carne falsa y control de carnívoros... Siendo honesto, siempre viví allí toda mi vida... Más que un lugar pequeño en realidad es un país enorme, animales de todas las especies viven en una supuesta y falsa paz que se estableció desde hace siglos para crear una gran nación pero no todo es color de rosas, eso no puede suceder en una sociedad ¿Cierto? siempre suceden cosas que para lamento de todo mundo y no solamente de una parte, agrietan la fachada de una increíble perfección y eso lo menciono por algo, los asesinatos de carnívoros hacia herbívoros han alarmado desde tiempos lejanos hasta nuestra actualidad... Con esto aclarado, deseo continuar contándote mi infancia, no te contaré cosas irrelevantes que si me gustaba jugar a la pelota o si me gusta el helado de menta con chispas más bien te contaré de mi padre y yo. Ahora como explicarlo mi padre y yo estuvimos solos en Wild Style desde que tengo memoria, tuve una niñez con una ausencia de una figura materna, mi madre según mi padre nos había dejado pero honestamente no lo creo siempre de mi padre recordaba entre pequeñas lágrimas de felicidad y en cierto punto melancolía que se amaban demasiado un amor así no termina simplemente abandonando a la persona, supongo que ella falleció apenas nací pero mi padre no quería confrontar esa idea... Su única salvación supongo era yo, su pequeño hijo fue lo que lo mantuvo adelante como un guerrero. Mi padre tiene una riqueza considerable, vivíamos en barrios altos sin embargo mi padre siempre me enseñó a ser respetuoso, humilde y amable con cualquiera sin discriminar por pelaje o especie y por ello le doy las gracias pero mi padre, tampoco discriminaba a los carnívoros los abrazaba y hablaba con ellos como si fueran otros ciervos y eso en nuestra especie es raro... Pero supongo que así debía ser, trabajaba con carnívoros nunca me enteré en que trabajaba en realidad pero nunca sospeche de mi padre un ciervo trabajador y cariñoso, paternal y comprometido muy sin embargo... Su error fue abrirles la puerta a esos depredadores y dejarlos pasar a nuestro hogar...

- Narración en tercera persona desde ahora -

Tras un gran día en el parque junto con su padre finalmente el pequeño niño tenía agotadas todas sus energías, su padre lo llevo a su dormitorio cargando a este en brazos.

- Haz de estar muy cansado, jugaste mucho con los demás niños en el parque... Me alegra que hayas hecho nuevos amigos

- Si... Aga es muy divertida

Paso sus pequeñas manos por su rostro con cuidado, bostezando por lo bajo y moviéndose un poco.

- Hey, no te acomodes mucho casi llegamos a tu cuarto para que duermas...

Era un poco tarde, iba cerrando sus ojos conforme se trasladaban por los pasillos hasta su cuarto, dónde el padre camino hacia la pequeña cama, y ya allí dejo cuidadosamente al niño cubriéndolo hasta los hombros con la sábana de color azul, acarició su cabeza y se inclinó un poco darle un pequeño beso en la frente, sonrió para el infante quien había abierto un poco sus ojos antes de quedar completamente dormido.

- Te quiero mucho hijo...

Fueron sus palabras, antes de retirarse de la habitación apagando la luz y yéndose por el pasillo. El infante se sumergió en los más lindos sueños, soñando de todo un poco hasta que de repente una pesadilla lo perturbo arrebatándole el sueño en seguida, se despertó asustado llorando un poco y enseguida noto algo inusual, en su casa de algún lugar provenía sonidos extraños, el infante debido a su curiosidad aún más fuerte que su miedo se levantó de la cama lentamente y silenciosamente atrapando un oso de peluche entre sus brazos como apoyo para no sentirse tan aterrado fue caminando hacia la puerta, se asomó un poco notando como toda la casa estaba cubierta por la penumbra solo de las ventanas se reflejaba la luz de la luna, continúo con temor cuidando que no hubiera un monstruo en el pasillo aunque lo hubiera no estaba allí... Bajo las escaleras lento pues mientras más se acercaba al lugar de donde provenía el ruido más notaba lo inusual, derrepente cuando bajo las escaleras escucho un estruendo de golpe, algo pesado cayendo al suelo como un cuerpo, gruñidos y una lucha... Con temor el niño se acercó a la cocina de dónde provenía todo este ruido, igualmente como en toda la casa la cocina estaba en completa oscuridad pero podía ver dos siluetas enormes, una estaba cerca de la isla de la cocina y al parecer servía dos vasos, la otra silueta estaba sobre alguien más que en seguida reconoció pues los gritos lastimeros y ruegos por que estás siluetas lo dejarán vivir hicieron al pobre infante llorar, era su padre quien gritaba y suplicaba.

- ¡Ya cállate! - vocifera la silueta quien está sobre el ciervo mayor dándole un fuerte golpe en la cabeza, la otra silueta lo ve sin inmutarse realmente.

- despertarás a tu hijo ¿Eso quieres...? - le recordó una voz ronca y grave proveniente de la silueta que tomaba uno de los vasos y se disponía a beber de a poco.

- No se acerquen a mi hijo... Por... Favor - su voz era apagada por la asfixia que le proporcionaba la silueta sobre él, derrepente un chasquido de dedos hizo reaccionar a este, derrepente se acercó al ciervo clavando sus colmillos en su cuello sin piedad. El grito del ciervo lleno de dolor se hizo presente por todos los rincones de la casa, y paulatinamente fue desapareciendo hasta volverse silencio muerto.

- Ni siquiera a punto de morir dejas de ser un padre que cuida a su hijo... Te deseo suerte en la próxima vida...

La silueta aún así no quería soltar al hombre, que aún así seguía vivo sintiendo los colmillos en su cuello sintiendo su propia sangre brotar en grandes cantidades... Las dos siluetas no se percataron de la mirada horrorizada del infante, que estaba allí paralizado parado con el oso en brazos mientras lloraba por su padre, por quién lo había cuidado y protegido.

- Papá... - dijo el niño entre sollozos, notando como una de las siluetas volteo a verlo aún en la oscuridad, dejo el vaso en la isla y se fue acercando, el niño no podía moverse de allí su pequeño cuerpo estaba paralizado debido a la escena que había visto segundos antes, que horror, a temprana edad ya comprendía que esas dos siluetas habían atacado a su querido padre, comprendía que lo querían asesinar y eso no mejoró su situación, lloro y tembló cuando la oscura silueta ya estaba más cerca de él vio sus maliciosa mirada y derrepente rápidamente abrió su boca con colmillos y dientes filosos tomándolo de los brazos con fuerza para acercarlo a su mandíbula...

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Que pesadilla ¿No? Encontrar a tu padre con dos personas desconocidas intentando matarlo, tu siendo tan solo un pequeño niño... Eso no es todo...

𝐖𝐢𝐥𝐝 𝐒𝐭𝐲𝐥𝐞Donde viven las historias. Descúbrelo ahora