126.- ¿Y si? (Isaac x Kiki)

310 38 21
                                    

(5/5)

Kiki volvia de un viaje rápido a Jamir, aún podía sentir la enorme mano de Aldebaran en su espalda, pero por Athena que valía la pena. El anterior Santo de Tauro era como un segundo padre para él y sabía dar mejores consejos que su maestro, Mu es un cero a la izquierda a la hora del romance, ahora entendía porque el torito fue el primero en declararse.

Debía seguir su consejo, si Isaac no se ponía "los pantalones" pronto, lo haría él. No hay tiempo que perder en indecisión cuando se trata de cariño o amor ¡Athena Santa! Que eso se lo enseñaron sin palabras sus propios maestros.

Golpeó su rostro con ambas manos para concentrarse, tenía un plan en mente que realizar y ningún nervio o error arruinaría las cosas. Plan que iba repazando en su mente una y otra vez cada palabra que diría, cada gesto a buscar ¡Cada mísero detalle! Nada se le iba a escapar.

Solo que no contó con que el objetivo de su plan estaba esperandolo en la casa de Aries, dandole una mirada muy asesina a un pobre pájaro que se comía algo*.

- Isaac, ¿Que haces aquí, el Patriarca te pidió buscarme?

El pobre caballero de Acuario dio el salto de su vida al escucharlo, se puso de todos los colores posibles antes de intentar contestarle.

- No me envía nadie vine por mi cuenta.

- ¿Ah, si? Eso es raro.- quería gritar, las cosas comenzaban a salir como él no quería, a este paso iba a terminar hechando al otro- ¿Que quieres?

- Si estás ocupado me voy.

- ¡No!

Lo detuvo la más pronto posible, ni cuenta se dio de lo rápido que se movió para detenerlo de un brazo. Esto ya parecía telenovela de las que ven las ancianitas en Rodorio.

Isaac gritaba en su interior, este era el contacto piel a piel más cercano que han tenído. Si no se controlaba de verdad iba a gritar.

- ¿Que pasa?

La voz de Kiki lo saco de su cabeza, y casi podía jurar que lo vio medio sonrojarse. Momento de la verdad, no podía acobardarse ahora o Milo lo molestaría el resto de su vida.

- Me gustas.- corto, sencillo y directo como debía ser- me gustas, lo cual es raro, no somos muy cercanos y las pocas veces que estamos juntos solo peleamos o nos jugamos bromas estúpidas, aún me duele algo la nariz desde la última misión ¿sabes?

El borrego menor lo quedó mirando sin saber que decir. Esto fue estúpido, ni siquiera sabía si Kiki sentia algo cercano a lo que él siente.

- Bueno creo que será mejor que vuelva a Acuario.

Cuando iba a soltar su brazo de las manos de menor estás se aferraron con más fuerza impidiendo que se marchara.

- ¿Y si... Te dijera que siento lo mismo?

- ¿¡Que!?

No quiso gritar, de verdad que no, pero la sorpresa le ganó, ¡Se espero cualquier cosa menos eso! Su cuerpo se movió solo para abrazar con fuerza a ese pequeño borreguito, sin saber que más hacer.

Su mente solo podía pensar dos cosas: está era felicidad más grande que podría tener, algo que no cambiaría por nada del mundo, y que su maestro le debía mucho dinero a Milo ahora.

🐙🐑

(* Le robaron su desayuno al pulpo)

¡Aquí está el final de esta cosa tan rara que no estuvo menos planeada que los renacuajos de Milo!
(Una estrellita para el que haya entendido la referencia 🌟)

Ahora si, espero que les haya gustado esta mini historia, y perdón por desaparecerme casi más de dos semanas sin avisar 😅espero no volver a hacerlo.

ScorpioNoMilo.💕

Golden Love.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora