Yato lo quedó mirando feo, no había podido jugar esa semana por culpa del trabajo, ser el niñero de los hijos sus vecinos salió peor de lo que creyó, y para rematar en su día de descanso, su lindo gatito despertó con malestares.
No le quedó de otra ¡A la mierda su juego! No iba a dejar a su castaño amado sufriendo solo.
- Aún quedan varios días, puedo hacer ese evento en un día. Beidou puede esperar, tu no.
Regulus pudo jurar que se puso de todos los colores posibles, pero que gracias a la maldita fiebre no se le noto. Cuanto amaba a ese chico que tenía en frente. Tuvo pareja antes pero ninguno de ellos se preocupaba tanto por su bienestar como lo hace Yato.
- ¿No que quieras a la Capitana desde hace mucho?
Tenía que disimular de algún forma el ataque de ternura que le estaba dando, que mejor que molestarlo un poquito.
- ¿Sabes? Hay prioridades, y tú mi querido cachorro de León, eres mi prioridad principal, que te quede claro.
- ¡Dioses, ¿Cuando te volviste tan cursi!?
- ¡No sé!- se encogió de hombros.
Claro que sabía cuándo se comenzó a ablandar tanto, y el culpable de eso era demasiado obvio.
🐎🐱
¡A mi se me salió lo cursi y por el mismo culpable! 😆
Aquí una imagen de Beidou para quien no la conozca 😌
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