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¿Cómo llegó a esa situación tan particular? Nunca podría justificarse realmente.

La relación entre ambos solía ser tan simple, retarse constantemente en pequeños concursos tontos se había convertido en una costumbre, ninguno estaba seguro de cual era el objetivo de dicha competencia o si realmente necesitarían de esos pequeños impulsos para inflar más sus egos.

Por eso, en ese momento se preguntó si siempre habían anhelado la compañía del otro así, disfrazando esa atracción con comentarios sarcásticos de doble sentido y unos cuantos coqueteos sutiles; ¿o es que acaso eran demasiado ingenuos para ver la chispa en la ojos contrarios cada vez que se miraban cuando creían que nadie más lo notaba?

Se distrajeron demasiado, tanto así que habían ignorado los motivos por los que habían terminado así. Se convirtieron en el espacio seguro del otro sin percatarse de las consecuencias, en cambio, prefirieron perderse en la deliciosa euforia de hacer el amor.

Eventualmente perdieron la sencillez de su rivalidad creando así algo mas complicado, sin embargo, emocionante y atractivo.
Shadow amaba deleitarse con las sensaciones que le provocaba estar juntos, solo ellos dos en la oscuridad de una habitación, siendo el causante de un desastre de lágrimas y gemidos, tocandose mutuamente como si no se hubieran visto en años.

A Shadow no le podía importar menos su propio cuerpo y liberación, la satisfacción de tener entre sus brazos el cuerpo de su antiguo rival era lo que necesitaba, desde el primer toque, el primer beso, ya era suficiente para él.
Incluso si su mente llevaba la contraria, no podía evitarlo; le maravillaba escucharlo, necesitaba de su voz y presencia, que aquella alma heroica que tanto había admirado por años siguiera tomándolo de la mano para salvarlo de sus propios demonios internos, aquellos que lo carcomian cada día más.

—Shadow... —jadeo Sonic con dificultad bajo su cuerpo, sintiendo un acelerado palpitar contra si.

Su voz amortiguada al tener su rostro entre el mechón blanco en su pecho, suplicando a la par que se aferraba a su cuerpo con fuerza haciéndolo temblar y gruñir de la emoción.
Sonic no tenia ni idea de lo que pasaba por la mente de Shadow, la ola de sentimientos abrazadores que le provocaba algo tan simple como su cercanía, lo que daría por escucharlo gemir su nombre así todas las noches.

Shadow soltó una risa corta. —Si sigo así, te arrepentirás por la mañana, erizo. —advirtió con toque de burla sin detener sus embestidas, aquello comenzaba a hacer que hablar fuera un desafío.

Un jadeo de sorpresa salió de los labios del azul cuando los brazos contrarios lo tomaron y empotraron contra el colchón boca abajo, Sonic no se contuvo a restregarse contra el pecho duro de Shadow mientras su colita se movía animada; gritó con ganas ante el cambio de ángulo y enterró su rostro entre las sábanas, aferrándose esta vez a las sábanas sin contener los sonidos que salían de su boca, perdiéndose entre las continuas embestidas haciéndolo delirar.

Shadow sonrió satisfecho y paso su lengua por el exterior de la oreja de Sonic, caliente y sonrojada recibiendo un jadeo como respuesta.

Fue entonces que cuando el corazón de Shadow comenzó a recuperarse después de toda esa ráfaga de pensamientos y sentimientos sobre Sonic que lo observo con detalle aún debajo de su cuerpo sudoroso.

Ese placer, esos pequeños momentos no podían compararse con nada ni nadie, y estaba aterrado al haberse dejado llevar de esa manera. Temía que si permitía otro desliz más, la alusión al sexo sin ataduras podría romperse por completo.
Lo último que Shadow quería era que Sonic descubriera cuanto de su corazón había robado ya, y cuan jodida se encontraba su mente ahora que había consumido cada pensamiento.

Euphoria [Shadonic]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora