Slime

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Era extremadamente raro que una persona como yo saliera de casa, sin embargo aquí me encontraba, haciendo fila desde temprano para poder compar un videojuego.

Las sociedad llama a las personas que son como yo con el término hikikomori.

Un hikikomori es aquel que decide aislarse de la sociedad voluntariamente, realmente no puedes culpar a alguien por ser uno, la vida en un país como Japón es una total mierda, si tienes éxito en tus estudios vivirás como un asalariado que es explotado diariamente, vives con constante presión que te obliga a ser "perfecto" entre otras cosas, aunque ser un hikikomori no es lo mejor, todas las personas te miran con un total desprecio.

Aún sabiendo todo esto termine convirtiéndome uno, aunque no soy una decepción para mis padres, es más, ellos me comprenden, la razón es algo triste en verdad. Solía tener una amiga de la infancia, realmente la quería pero sin ningún aviso ella comenzó a distanciarse, en ese momento no comprendí por qué actuaba de esa manera, poco después me enteré que ella padecía de depresión, todo se debía a qué sufría de constante bullying en la escuela, tiempo después decidió terminar con su vida ahorcándose con una soga.

Lo que termino por romperme fue que la persona que encontró el cadáver colgando en su habitación fui yo.

Cada noche me lamentaba el no haber hecho algo para ayudarla, todo esto me llevo a culparme por su muerte, deje la escuela poco después, de ahí en adelante me pase los días encerrado en una habitación.

Deje de lado mis pensamientos ya que era el siguiente en la fila. 

Después de que compre el juego comencé a caminar directo hacía mi casa, por fin podría jugar todo lo que quisiera, pensar en eso me ponía de buenos ánimos por lo que estaba apunto de acelerar el paso pero en ese momento...

—¡Kazuma!

Alguien grito mi nombre

Al voltear ví a la persona que me había llamado. Su nombre es Subaru Natsuki, un tipo un tanto excéntrico que hace poses raras cada que puede, también es mi mejor amigo.

—Subaru, ¿que haces aquí?

—Kazuma-san, es un gusto verte

—Oh, hola Rem

Rem es una chica de pelo azul con un fleco el cual tapa uno de sus ojos, es mi amiga y también la novia de Subaru.

Ellos dos también habían venido a comprar el nuevo juego y nuestro encuentro fue mera casualidad.

Al no querer desaprovechar la oportunidad de reunirme con las personas que aprecio, y de tener comida gratis decidí hablar.

—Ya que estamos aqui ¿les gustaría ir a comer algo?— dije con la esperanza de que me inviten el desayuno

—Ahhhhhhh

Ninguno me pudo contestar ya que fueron callados por ese sonido.

Gritos, caos era todo lo que se podía ver y oír, ¿que está pasando?

—¡¡MUÉVANSE O LOS MATARÉ!!

Me di la vuelta para encontrar a un maldito maniático corriendo hacia mi, tenía un bolso lleno de dinero en una mano y un cuchillo en la otra. El venía en mi dirección con un cuchillo. EL VENIA EN MI DIRECCIÓN CON UN JODIDO CUCHILLO.

El tipo aceleró el paso con la intención de poder apuñalar a alguien para usarlo como distracción y huir.

La persona que sufriría ese destino no era otra que...

—¡¡¡SUBARUUUUUUU!!!

En el momento que empuje a Subaru a un lado sentí un dolor ardiente en mi espalda. Mi cuerpo se encogió mientras caía al suelo, no puedo decir que estaba pasando con seguridad, trate de moverme, pero no podía

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