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-¡Oh! Pequeño principe, me sorprende que haya seguido vivo en tales condiciones.- comento Daruki, el doctor de la Liga.

-Lo se, Kurogiri me dijo hace mucho tiempo que viniera, pero tenia asuntos que atender en casa.-menciona Izuku mientras dejaba que el adulto lo revisara.

Luego de un rato, Izuku es conectado y reposa en un tuvo hasta el domingo, donde volverá a la agencia y de ahí, a casa.

Shinso lucho por no vomitar cada que terminaba de entrenar con Aizawa, ¿Era difícil? Sí. ¿Valía la pena? Completamente.

-Buen trabajo, puedes tomarte un descanso.- dijo la voz cansada del pelinegro, y sonrio sadicamente antes de agregar- pero no vomites, si lo hacés, ire sin piedad la proxima.

Ante lo ultimo, el ojerozo menor se puso pálido y verde al instante, las nauseas lo llenaban, pero lucho para no devolver su desayuno.

Una vez ya bañado y sin ganas de vomitar, se encontraba en su dormitorio temporal por esta semana.

Veía fijamente su telefono celular.

Izuku no le habia mandado ni un mensaje, y no es que aquello fuera malo, pero el lavanda estaba tan acostumbrado al pequeño rayo de luz que no tenerlo era desconcertante.

Queria mandarle algo, pero tampoco queria ser muy molesto, sin mencionar que no sabe abrir una conversación.

Escribio y borro algunas cosas, nada le parecia bien.

-"Hola".-escribio, al instante lo borró-No, muy cortante. "Que tal tu día?" No, muy común. "Sigues vivo??" No, pensara que soy molesto.- dejo el celular en la pequeña mesa de luz y se cubrio la cara con las manos, suspirando decepcionado.

¿Por qué socializar era tan malditamente complicado? Antes del ojiesmeralda, no tenia estás crisis, pero tampoco tenia amigos, así que no era una buena comparación.

El adolecente se quedó mirando al techo, pensando que deberia decir, que deberia hacer, no soportaba estar donde Izuku no pueda verlo.

Con el menor presente, las cosas le salían natural, sus problemas desaparecían por un rato, todo se evaporava en el aire como si nunca hubiese existido, queria tanto estar para siempre con él.

Queria pensar en él antes de ir a dormir, y al despertar, queria sostener su mano, queria pasar las tardes con él, pensar en el cuando hacia tarea de matemáticas, queria tocar su cabello suavemente, contar sus pecas, queria estar cerca de él, sostener su nuca...queria...

Avergonzado de sus pensamientos, se tapo la cara con la almohada y quiso gritar.

¡Si alguien con un quirk telepata leyera su mente seria tan vergonzoso! Especialmente si Izuku estaba cerca.

Se levanto, decidiendo que lo mejor seria dormir, si no, mañana no sobreviviria a su maestro.

[. . .]

Martes.

Era martes y ya queria morir, el borrador humano cada vez le exigia más en los entrenamientos.

Sentia sus huesos crujir y tenia algunos moretones a juego con su cabello y sus ojos.

No podia levantarse del piso, se sentia como una tortuga volcada, una tortuga verde volcada.

Hablando de verdes... Izuku habia estado inusualmente callado en el chat, ¡No es que eso sea malo! Pero, Hitoshi estaba acostumbrado a hablar con él menor, su repentina ausencia le resultaba desconcertante. Y últimamente se encontraba queriendo hablar más y más con él.

Quería saber como iba su día, si se encontraba bien, si también tenia  entrenamientos de muerte como el, o si solo a Shinso le toco sufrir así (probablemente, conociendo a Aizawa)

No obstante, no había pasado nada de eso, a Izuku se lo habia tragado la tierra.

Era frustrante, Izuku siempre estaba, siempre, desde que lo conoció estuvo allí para él.

Ahora su repentina desaparición le dejaba desconcertado.

—Sera que no tiene buena señal alli...- trata de pensar positivo, pero sus demonios internos(también llamados inseguridades) le decían que lo estaba evitando.

Quiere creer que no, pero, no lo sabe. No tuvo amigos en mucho, mucho tiempo, el concepto en si todavía le es extraño y desconocido.

Sin mencionar sus sentimientos/intenciones, las cuáles no son las clásicas de un mejor amigo...

—Como sea...- dijo, hablando solo.– No quiero pensar en eso, me hace sentir deprimido.

Es solo, que se enamoró de una guerra que se llevaba en una sola persona, y sin mencionar que era la primera vez que se sentía así por alguien, sus flechazos pasados eran realmente débiles y los olvidaba en poco tiempo.

Era la primera vez que no se podía sacar a alguien de la cabeza, las primeras "mariposas" que sentía con fuerza, la primera vez que quiere estar al lado de esa persona para siempre y egoístamente quiere ser el foco de su atención.

Sabe que no será suficiente, después de todo, ¿Que tiene él? No es muy conversador, le cuesta sacar tema de conversación, no es muy lindo; sin mencionar que hay millones de personas más bellas que él, tiene una sonrisa algo extraña, y sus ojos siempre cargan con ojeras.

Realmente desearía ser el chico de tus sueños, que no puedas apartar tus preciosos ojos esmeraldas de mi. Desearía no ser un desastre a tu alrededor, siempre me pones tan nervioso que no se que decir, ni como actuar. Pensó dandose vuelta en la cama...

Demonios, desearía tanto poder tomar tu mano cuándo caminamos, desearía poder abrazarte sin terminar quedando en ridículo y...- se sonrojó al darse cuenta de a dónde estaba llegando su tren del pensamiento.

... desearía poder besarte hasta que mis labios queden rojos e hinchados.

Agarró la almohada dónde estaba posasa su cabeza y la presionó fuertemente en su cara, queriendo desaparecer éstos sentimientos.

De todas maneras, esto jamás dejaría de ser un bromance, el no me ve así, y tampoco sería un buen novio, no tengo idea de cómo se comporta uno...

Y así fue pasando la semana, con cada día más crisis existenciales de parte de nuestro moradito favorito.

just a DekuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora