Eres mi persona.

104 13 5
                                    

Narra Shima.

- Nos vemos.

Me despedia de los chicos del equipo a la salida de la escuela. Hoy pasaría el día con Leo.

- cuídate, si pasa algo llámame- dijo Rin preocupado, ya que Sousuke le dijo lo que pasó con Edwin.

- te iremos a buscar en seguida- Sousuke preocupado era tan lindo!

- si, si, ya lo se. Solo voy a salir con Leo.

Los mayores dudaron un momento antes de suspira y asentir.

- que se diviertan...

Rin y Sousuke se fueron dejando al fin solo con Leo.

- vamos, lo mejor será que te distraigas un rato para dejar de pensar en la mierda de día.

Asentí suave y caminé a su lado a paso tranquilo.

- gracias por todo, Leo...

Dije suave y el mayor tomó mi mano acercandome a su cuerpo.

- tranquilo, sabes que te quiero y siempre estaré ahí para ti.

Sonrio leve y me quedo tomando su mano mientras caminamos, me gustaba estar con él, aunque ninguno de los dos tuviera un interés romántico en el otro, lo eramos todo entre nosotros. Siempre habíamos sido los dos solos contra todos.

(...)

Fuimos a comer y a ver la ciudad. Pasamos toda la tarde juntos y para los que nos veian, casi parecíamos una pareja.

- hey, Shima. Nos sacamos una foto frente a la torre de Tokio ?!

Rei suave ante su emoción.

- claro- respondi y me puse a su lado para que él tomara la selfie.

Me abrazó ligeramente y yo me acerque más a su pecho.

El mayor tomó la foto y nos quedamos mirando en esa posición.

- te extraño en el equipo, Shima- Dijo con voz suave y grave.

- también te extraño...pero no podía seguir con ellos...solo me retrasaban.

El moreno suspiró suave.

- lo se...

Me abrazó más fuerte, acurrucando mi cuerpo en sus robustos brazos. Y sin previo aviso ni consuelo unió nuestros labios en un tierno beso.

Rei suave por su acción.

- ya empezaste con tus joterias?

El contrario rodó los ojos.

- arriunas el momento.

Ambos reímos después de eso y seguimos abrazados.

- quieres ir a beber y ver que pasa después?- propuse mientras me apartaba un poco para verlo mejor a los ojos.

La perfecta sonrisa de Leo se hizo presente, dejándome ver sus lindos y puntiagudos colmillos. A veces solía decirle que tenia mordida de lobo, porque tanto sus colmillos superiores, como los inferiores eran como los de un canino.

- claro, precioso.

Rio suave y tomo mi mano, fuimos a un pequeño bar donde no nos pidieron identificación y entramos. Ambos reímos divertidos de ser menores de edad y que no lo parezcamos.

Nos sentamos juntos y comenzamos a beber entre bromas, chistes y juegos se nos pasó un poco la bebida y nos acercamos más.

Leo me abrazó una vez que la noche había llegado, hacía frío y yo estaba algo desabrigado. Me dio su chaqueta y volvimos al hotel donde ellos se quedaban.

Un atleta mejor que HaruDonde viven las historias. Descúbrelo ahora