Capítulo 6

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Cuando su pequeña mano se entrelaza con la mía para guiarnos al baño de caballeros, bajo mi vista a la unión y la contemplo con fijeza

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Cuando su pequeña mano se entrelaza con la mía para guiarnos al baño de caballeros, bajo mi vista a la unión y la contemplo con fijeza.

Ni siquiera me importa tropezar con desconocidos, solo mantengo mis ojos ahí. No recuerdo la última vez que me permití entrelazar mis dedos con los de otra mujer, simplemente evitaba el contacto físico con cualquiera; pero desde que conocí a Scarlett Gautier se han resquebrajado todos mis esquemas.

Con ella he hecho demasiadas excepciones en una sola noche, como por ejemplo dejar que me besara. Al principio por mi mente pasó la opción de no devolverle el beso y alejarla, pero me fue imposible cuando sus labios entraron en contacto con los míos. Lo primero que sentí fue un escalofrío recorrer todo mi cuerpo, luego la excitación me ganó y la agarré de las caderas hasta impedir siquiera el paso del aire por nuestras anatomías. 

No sabía que besar a una persona sería tan satisfactoria hasta que probé sus labios con sabor a licor y vainilla.

Llegamos a la puerta de los aseos masculinos, la abro con frenesí y recorro con la vista el lugar, por si se encuentra alguien dentro. Solo hay un hombre lavando sus manos en el lavabo; la arrastro hacia el último cubículo y nos encierro en él. Esta vez vuelvo a cometer el error de no revisar los demás, pero no me importa mucho; mientras estemos en la privacidad del nuestro nadie podrá disfrutar de las vistas de su curvilíneo cuerpo.

-Deberás hacer silencio si no quieres que nos descubran. –bajo el zíper de su vestido con una mano.

-Soy silenciosa cuando debo serlo –.sus finas manos van desabrochando con premura cada uno de los botones de mi camisa azul cielo, a juego con mis ojos.

Mientras lo hace deja pequeños besos en mi pecho y cuello, provocando que se me ericen los vellos de todo el cuerpo. La desabotona completamente y deja abierta, haciendo relucir en el pectoral izquierdo, el tatuaje de un pequeño angelito con las alas desplegadas emprendiendo el vuelo hacia el cielo.

Lo observa con fijeza, luego alza sus ojos al encuentro de los mío que la admiran a ella y deja un beso gentil donde se encuentra la mancha de tinta. Mis ojos se cierran por inercia al sentir la dulce caricia; considero ese sitio como uno de los más sensibles de mi cuerpo por el significado que tiene el tatuaje. 

-Es hermoso –dice en un susurro.

No le contesto, solo me dedico a dejar caer el vestido al suelo y contemplar su escultural anatomía. Me pican las manos de solo ver la lencería fina cubriendo los lugares estratégicos que esconde su piel blanca y tersa como porcelana. He podido notar que es tan poco mi autocontrol cuando estoy cerca de ella, que bajo con rapidez los tirantes del sujetador para dejar expuestos sus pechos redondos y amasarlos con una de mis manos.

Me inclino hacia sus labios y nos fundimos en un beso húmedo, entrelazando nuestras leguas en un baile sincronizado. Por unos minutos, solo nos besamos y acariciamos superficialmente, pero luego me despego de su boca y voy dejando un camino de besos húmedos por el cuello y pechos, hasta llegar a sus pezones. Cuando los tengo a mi alcance los lamo, chupo y mordisqueo con fuerza, haciéndolos endurecer.

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⏰ Última actualización: Jun 19, 2022 ⏰

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