—Despierta. Ya llegamos —me movió mi mamá fuerte. Se nota que aún sigue molesta conmigo y aunque parezca sorprendente no me importa en lo mas mínimo— Arréglate, estás hecha un desastre —se quejó mirándome con asco.
Ahora lo entiendo... solo me estaba tratando bien para que yo acepte, para que ella no perdiera sus turnos en el spa. Llegué a creer que todo iba a cambiar, que tal vez si les importaba. Volví a equivocarme.
Me arreglé. O mejor dicho me pinté un poco y me acomodé el pelo. Wow, el jet si que era lindo, no me había detenido a mirarlo y a pesar de eso solo bajé la mirada. Ya estaba por firmar el contrato e irme a casa. Necesito volver a casa cuanto antes.
El piloto o mejor dicho el hombre que nos trajo aterrizó en lo que parecía una terraza gigante. Me detuve a observar un poco mientras mis papás hablaban de lo genial de la casa. Estábamos arriba de ella. Era una mansión sin duda.
—Síganme, por favor. Es por acá —habló aquel hombre con voz alta pero formal y educado.
Comenzó a caminar hacia a un ¿Ascensor? Si, un ascensor, lo pude verificar cuando abrió sus puertas. El hombre nos dio espacio para que pasemos primeros y después él para tocar uno de los pocos botones que tenía ese elegante ascensor que parecía estar forrado de alfombras rojas en las paredes sin ocupar el espacio de los espejos.
El ascensor abrió sus puertas y lo primero que vi fue una sala de living ¡Dios! Es una mansión. Es la primera vez que estoy en una.
—Tomen asiento, por favor. Llamaré a los señores —dijo el hombre haciendo referencia a que nos sentemos en algunos de los grandes sillones y así lo hicimos.
Mis papás seguían hablando mientras yo miraba cada cosa, cada adorno de la casa y me pregunto... ¿A dónde diablos me estoy metiendo?
— ¿Cómo has estado? —saludó un señor y con anteojos supongo que será el señor Jeon— Tanto tiempo —agregó acercándose a mi papá con la mano en forma de saludo.
Había olvidado que a partir de ahora tendré que hablar en inglés. Será demasiado difícil porque no es mi lengua materna pero gracias a los estudios, a parte de los del colegio, lo podré manejar, al menos era más fácil que hablar en Coreano. Me preguntó si ellos hablarían español por mí... claramente era un rotundo no.
—Ella es mi esposa —presentó a la señora con pelo negro corto de al lado suyo.
—Deerim Jeon, mucho gusto —se presentó dándoles la mano a ambos. Mis papás se presentaron también.
¿Hola? Es por mí que están acá porque quieren arruinar mi vida ¿Lo recuerdan?
—Un placer. Mi nombre es Jeon Dojun —se presentó ante mi mamá mientras la saludaba con la mano. No se conocían pero mi papá si lo conocía. Tal vez se conocieron en uno de esos viajes de negocios que hacía mi padre.
—Ella es Helen, mi hija —me presentó mi papá, mi mamá estaba molesta para hacerlo. Wow, debería hacer una fiesta al fin se acuerdan que existo.
—Vaya, es encantadora —dijo Deerim mirándome sonriendo tierna. Sonreí en forma de agradecimiento aunque... ¿Encantadora? ¿Por dónde? Como se nota que no tienen hijas.
—Muy adorable —afirmo el señor Jeon sonriente. Sonreí de nuevo. bien, el hecho que vayan a casar unos de sus hijos conmigo no significa que tengan que mentir. De todas formas solo tendré que firmar el contrato ese..
—Buenos días —escuché una voz bajando las escaleras.
Giré automáticamente al igual que los demás mirando hacia las escaleras para encontrarme con un hermoso hombre de pelo negro. Vestido de forma informal pero increíble.
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Más que un matrimonio a la fuerza ( Jeon Jungkook +18 )
Fiksi PenggemarLa familia de Helen está por entrar en bancarrota pero su padre tiene la solución. Decide que por un contrato deberá casarse con uno de los hijos de su socio Jeon Dojun, pero no será más que papeleo y nada más, Helen podrá seguir con su vida normal...